Por: Aisha N. Lebrón Santiago / MNNB
La Universidad de Puerto Rico (UPR) ha estado pasando por un largo tiempo de inestabilidad e incertidumbre. Luego de experimentar una huelga de 72 días, dos huracanes devastadores y múltiples recortes y alzas, parece ser que se avecina otro reto más.
A la luz de las enmiendas más recientes al plan fiscal de la UPR de parte de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), que sugieren aún más recortes al presupuesto de la Universidad, la Middle States Commission on Higher Education (MSCHE) advirtió de una posible desacreditación por incumplir los requisitos y estándares.
La MSCHE alertó por primera vez, a finales de marzo de 2017, sobre la posibilidad de que el sistema universitario pudiera perder la acreditación por la especulada reducción de $450 millones en fondos. En ese entonces, la comunidad universitaria entró en desespero.
Tan solo unos días después, se celebró una asamblea nacional del sistema UPR, donde se declaró una huelga indefinida que comenzó el 6 de abril del pasado año.
No fue hasta el 23 de mayo de 2017, mientras se acercaba el fin de la huelga estudiantil, que la Middle States envió una carta detallando que ocho de los 11 recintos de la UPR fueron colocados bajo probatoria.
La decisión se tomó cuando se percataron que ninguno de los planteles cumplía con los requisitos de afiliación 3 y 8, sobre la continuidad de labores académicas y su estabilidad financiera; más el estándar #3 sobre la capacidad de los recursos institucionales, según las “Características de Excelencia en la Educación Superior”.
Hasta el día de hoy, a más de un año de la carta original, los recintos de Arecibo, Bayamón, Carolina, Cayey, Humacao, Ponce, Río Piedras y Utuado, siguen bajo probatoria.
La MSCHE es la institución encargada de acreditar a las universidades que otorgan grados académicos en la región central de Estados Unidos, Puerto Rico y otros países. El recinto de Río Piedras ha sometido para cumplir con los requisitos de evaluación desde el 1946.
No es la primera vez que la acreditación de los recintos peligra. La MSCHE había colocado 10 recintos bajo probatoria en el 2010, también durante tiempo huelgario, pero todos lograron recuperarla sin contratiempos.
La probatoria está a solo un paso atrás de la pérdida de acreditación. La MSCHE permite dos años para revocar la probatoria, y la UPR ya pronto culmina el término. Sin la acreditación, los estudiantes de la universidad pública corren peligro de perder la validez y el prestigio de su diploma.
Otros inconvenientes surgieron en medio de la huelga estudiantil: el departamento de Educación Federal eliminó la elegibilidad para los que los estudiantes reciban fondos de asistencia económica, asunto que determina parte de la acreditación, hasta que finalizó la huelga el 5 de junio.
Sucesión de presidentes y María
Con la culminación de la huelga, las clases en el recinto riopiedrense reanudaron el 12 de junio. Un mes después, Darrel Hillman Barrera fue elegido por la Junta de Gobierno (JU) como el nuevo presidente interino de la UPR, ante la renuncia de Nivia Fernández Hernández. El doctor Hillman Barrera aseguró que sus prioridades eran sacar a los ocho recintos de la probatoria.
Un reporte de monitoreo que mostrara los pasos tomados para mejorar los servicios y el financiamiento de la Universidad fue solicitado por la MSCHE para el primer día de septiembre de 2017. A la entrega de los documentos, representantes de la Comisión Académica pautaron una visita a cada recinto durante la semana del 13 de septiembre.
Todo parecía tener buen rumbo hasta la llegada del huracán María, el 20 de septiembre, que dejó a miles de puertorriqueños sin los servicios más básicos de agua y electricidad.
El evento atmosférico atrasó la materialización del proceso para recobrar la acreditación. La demora instó a la Comisión para solicitar un informe que explicara los efectos que tuvo María en cada uno de los recintos.
Luego de un período sin atención a la probatoria y el comienzo de un nuevo año, la MSCHE anunció el 15 de febrero que los informes entregados el semestre anterior, ya fueron atendidos. La resolución: los recintos se mantenían en probatoria hasta el verano, cuando ocurriera su próxima reunión.
Como el proceso no había concluido, la Middle States solicitó otro informe suplementario, a ser sometido el 15 de marzo y discutido en junio.
Marzo trajo consigo otra fecha límite. El último día del mes la UPR debía someter estados financieros auditados para la MSCHE, al igual que el departamento de Educación Federal. La Universidad no ha proveído estados financieros auditados desde el 2015, pero según un funcionario de la MSCHE, problemas de esta índole han emergido desde el 2011.
Continuo a las solicitudes de documentos, la Comisión para Educación Superior planificó visitas a los recintos como parte del proceso de acreditación, a raíz de la aprobación del plan fiscal que incluía un alza de $57 a $115 en el crédito subgraduado, efectivo al comienzo del primer semestre 2018-2019. La MSCHE izó bandera roja ante los recortes planteados.
Ante la situación, más informes fueron solicitados en la reunión de junio de la Middle States. Entre los documentos, pidieron información actualizada de cómo el nuevo plan de la JSF afectará a la Universidad, un reporte sobre el presupuesto del año académico y otro informe con evidencia de los requisitos de la acreditación para el primer día de este mes.
Ahora, más de un año después, la situación se volvió aún más peligrosa. Recientemente, la JSF sugirió cambios al plan fiscal de la UPR, que asume alzas significativas en precios y recortes.
La MSCHE teme que, si los aumentos estipulados en el plan fiscal son aprobados y empleados, la UPR no cumpliría con los requisitos financieros de su reglamento, por lo tanto, perdería elegibilidad para la acreditación.
Por el momento, la Universidad tiene un nuevo presidente en propiedad, Jorge Acevedo Haddock, y continúa bajo el dictamen de la Middle States. Los ocho recintos en probatoria llevan esperando un largo tiempo por una contestación definitiva.