Seis panelistas afirmaron que el indicador de “raza” en el formulario del Censo 2020 y otros cuestionarios invisibiliza la afrodescendencia e identidad racial negra, y refleja indiferencia institucional, al igual que una falta de estrategias certeras y válidas.
“El concepto de raza, tal y como se ha utilizado en la Oficina del Censo de los Estados Unidos […] no refleja definiciones claras de lo que es la estructura biológica […]”, sostuvo Doris Quiñones Hernández, coordinadora del Consenso de Afrodescendencia de Puerto Rico (CONAFRO).
El conversatorio “Racialización e Invisibilidad Estadística: Desafíos y propuestas” de la Cumbre Internacional de la Afrodescendencia encabezó la alianza de más de 40 organizaciones en respuesta a “De cara al Censo”, una campaña de la organización Colectivo Ilé en el 2020.
La investigadora del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias (III) de la Universidad de Puerto Rico de Cayey, Isar Godreau, junto a la estudiante Ámbar Llanos de Jesús señalaron que hay pocos informes estadísticos disponibles, y la información sobre raza es inaccesible. Asimismo, existe inconsistencia con el contenido de los cuestionarios, considerando que las preguntas y los datos recopilados varían por agencia y el tipo de pregunta.
Godreau propuso reevaluar la metodología y el contenido de los formularios sosteniendo que “la normal federal no es efectiva o pertinente, […] tampoco es omnipresente o estandarizada”.
Por su parte, los resultados del Censo demostraron una reducción de 76 por ciento en el 2010, a 16 por ciento en el 2020, de personas que se identificaban como “blancas” solamente. Por otra parte, hubo un aumento de 3 por ciento en el 2010, a 50 por ciento en el 2020, que se auto identificaron en la categoría de “dos razas”, lo que iguala aproximadamente 1.6 millones de puertorriqueños. Hubo un descenso de personas identificadas como “negras” solamente, de un 12 por ciento en el 2010, a 7 por ciento en el 2020.
La campaña “De cara al Censo” promovía el aumento de personas que se identifican como ‘negras’ o ‘afrodescendientes’ y que, según Mariluz Franco Ortiz, “ tampoco nos quedáramos en ‘blanco’ sin reconocer nuestra mezcla racial”.