Por: José M. González Rivera y Amy C. Torres Collazo / MPFM
Durante los pasados meses, hemos visto cómo se ha trastocado el derecho reproductivo de las mujeres con el Proyecto del Senado 950. Con base a esto, se han emitido una serie de opiniones, bajo un paradigma machista y conservador, pretendiendo decidir sobre el derecho que tiene la mujer ante su cuerpo. Cabe destacar que, la Constitución de los Estados Unidos, protege el derecho a la privacidad de las personas. No obstante, al ser Puerto Rico una colonia de tal país, automáticamente se aplica el mismo derecho. Por tal razón, al ser este proyecto uno de naturaleza limitadora hacia las decisiones de la mujer sobre su cuerpo, se debe aclarar cuál debe ser la postura del hombre respecto a esta temática.
En primer lugar, el hombre no experimenta las condiciones físicas y/o emocionales que causa un embarazo. Este no sufre la presión social que ejerce el patriarcado. Mas aun, la mayoría de estas personas tienen una perspectiva provida, basada en una visión moralista, dejando atrás otras facetas que se deben tomar en cuenta al momento de decidir sobre los derechos reproductivos de las personas que gestan. Como, por ejemplo, la salud y el bienestar de la persona gestante, el derecho que tiene sobre su privacidad y su cuerpo. Por tal razón, el hombre, aún siendo padre, no debe tomar una postura ajena a la de apoyo a la mujer.
Hombre que nos lees, imagina estar en un mundo inverso y que tengas que cargar un feto al cual, por razones salubristas, sociales y económicas, no puedes tener. Entre tanta agonía, decides abortar y, a la persona con la cual te embarazaste, te prohíbe someterte a un aborto. Sin duda, te sentirías oprimido y vulnerable al saber que una persona o colectivo, está decidiendo sobre su cuerpo, ignorando así el derecho a tu privacidad. ¿Estarías dispuesto a cargar con un bebé que no es viable o defenderías el derecho que tienes sobre decidir ante tu cuerpo?
Las expresiones vertidas en este escrito no necesariamente representan el sentir de Pulso Estudiantil.