Por: Carolina Lugardo Martínez
Luego de que el personal administrativo redujera el 60 por ciento del presupuesto que atendería las necesidades de información universitaria para el año fiscal 2021-2022, los empleados del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Río Piedras exigieron el pasado lunes, 23 de agosto, fondos recurrentes inmediatos.
El recorte presupuestario disminuyó a $0.00 para la compra de libros, revistas académicas y la contratación de profesionales medulares que beneficiarían a los 13,339 estudiantes matriculados; 10,369 a nivel subgraduado y 2,970 a nivel graduado, conforme a la información suministrada por el rector Luis Ferrao Delgado.
En el documento “Resolución del Personal Docente del Sistema de Bibliotecas” se expone que los fondos estaban designados para la compra de revistas electrónicas, impresas, bases de datos, libros y publicaciones seriadas. También, el comunicado indicó que, debido a la ausencia de dinero, se afectará el servicio de Préstamos Interbibliotecarios que le permitía a profesores, investigadores y estudiantes acceder a recursos que no formaban parte de la colección bibliográfica del Sistema de Bibliotecas.
Asimismo, en la comunicación se añade que se verá afectado el cumplimiento de los protocolos de seguridad que pretenden evitar la propagación de COVID-19 y “la preservación y conservación de recursos de información, como el mantenimiento del equipo necesario para ofrecer servicios presenciales y virtuales”.
Por un lado, acorde con la noticia Empleados del Sistema de Bibliotecas de la UPR de Río Piedras denuncian recorte presupuestario de un 60%, el Recinto de Río Piedras detalló, en un comunicado de prensa, que el Sistema de Bibliotecas no es la única unidad que ha sufrido recortes económicos por parte de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), sino que han sido varios departamentos.
“Los recortes efectuados a las diversas unidades del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico para el año fiscal 2021-2022, entre ellos el Sistema de Bibliotecas, son producto del plan fiscal definido por la Junta de Supervisión Fiscal que, luego de cinco años, le ha recortado ya poco más de $71 millones a las finanzas de nuestro campus, llevándonos finalmente a tener un presupuesto insuficiente. Se han hecho, y se seguirán haciendo, todos los esfuerzos a nuestro alcance para mitigar esta situación para nada deseable e inmensamente desafiante”, detalla la comunicación enviada por el recinto a El Nuevo Día.
Impacto en el estudiantado
La comunidad estudiantil del recinto riopedrense se ha tenido que adaptar, estos últimos cinco años, a vivir a las expensas de la JSF. Detrás de la pantalla del computador, alumnos de todos los niveles se enfrentan al desafío de cumplir con la carga académica de manera remota, por lo que necesitan acceso a la información de las diferentes bibliotecas del campus.
Por su parte, Celia Ayala Lugo, alumna a nivel doctoral, contó, en entrevista con Pulso Estudiantil, que el recorte presupuestario limitaría el desarrollo de su disertación doctoral. Asimismo, añadió que “es lamentable que la universidad cuente con estas facilidades y que este recorte restringirá grandemente el acceso a nuevos recursos, pues nos pondría a cuestionar la necesidad del aumento de matrícula”.
Al momento, la universidad operará sin los fondos que permitían el desarrollo educativo e investigativo de sus estudiantes, situación que ya afecta a Ayala Lugo.
«Muchos de nosotros dependemos económicamente de estos fondos para subsistir y continuar nuestros estudios. Es insólito tener que acudir a trabajos fuera de la universidad para poder subsistir mientras que la institución puede proveer esta facilidad para que podamos prosperar en las clases, sustentarnos y adentrarnos dentro del ámbito investigativo», expresó la joven universitaria.