Se acerca el verano, pero antes debemos pasar los exámenes y trabajos finales. Esta época es una sensación de estrés y ansiedad para muchos estudiantes. No obstante, podemos tener un fin de semestre más llevadero si evitamos estas nueve situaciones:
- No lo dejes para lo último
Si dejar las cosas para lo último es tu pasión, te invitamos a dejar ese hábito en la época de finales. Aunque hay personas que pueden trabajar contra el reloj, no hay porqué provocar ese estrés y ansiedad. En cambio, programa tus tareas y fechas de entrega en un calendario físico o en línea. Luego, prepara un to do list con un aproximado de cuánto tiempo te toma hacer cada tarea. Asimismo, comienza a trabajar tus proyectos en orden de importancia, fecha de entrega y tiempo que consume. De esta manera, las tareas no se acumularán y previenes abrumarte el día antes.
2. No te abrumes
La época de finales genera ansiedad y tus sentimientos son válidos. No obstante, abrumarte y estresarte no harán que las tareas se completen o que estudies eficientemente. Te recomendamos a trabajar tus tareas día a día. Esta técnica no significa dejar las asignaturas para el día antes de la fecha de entrega. En cambio, es una invitación a no generar preocupaciones por la tarea de la semana que viene cuando tienes otras asignaturas que trabajar esta semana. Practicar mindfulness te ayudará a mantener tu mente enfocada en el aquí y ahora, al contrario de sobre preocuparse por futuras tareas.
3. No cambies el método de estudio que utilizaste durante el semestre
La época de finales puede tentarte a probar un método de estudio nuevo para intentar sobrevivir estas semanas. Sin embargo, no puedes obligar a tu mente y cuerpo a cambiar la manera en que estudias de la noche a la mañana. Si llevas el semestre estudiando de ‘x’ o ‘y’ manera, sigue así porque será la estrategia que te ayudará a sobrellevar los finales, el cuerpo y la mente están acostumbrados. Estudia como lo harías normalmente y el próximo semestre puedes intentar nuevas y mejores técnicas.
4. No estudies el mismo día del examen
¡No esperes para estudiar antes de entrar al salón! La mente necesita tiempo para procesar y entender la información. Cuando nos enfrentamos a un examen para el que acabamos de estudiar, dudamos de cada respuesta porque no estamos seguros ni claros sobre el material. El día del examen no es momento para aclarar dudas pues te vas a confundir. Por lo tanto, te recomendamos estudiar el día antes del examen como mínimo. De esta manera, te das tiempo de procesar el material y aclarar dudas de ser necesario.
5. No escribas tus trabajos de redacción la noche antes
Lo más difícil de un trabajo de redacción es empezar. Cuando hay que escribir, toma tiempo porque se debe pensar de qué hablarás, cómo lo organizarás y cómo lo quieres decir. Es un proceso de varios pasos que consume tiempo. Si es un trabajo para el que debes redactar, te recomendamos empezar tres días antes. El primer día, prepara un borrador del escrito; el segundo, terminas de escribir como si lo fueras a entregar; y el tercero, revisa errores ortográficos y maneras de mejorar la redacción. Aunque un trabajo de redacción luzca como una de tus tareas más fáciles, te puede consumir más tiempo de lo que crees.
6. No te vayas a janguear el día antes
¡La Avenida te está llamando a que celebres el fin de semestre! Es tentador porque estás apunto de culminar y sientes que mereces un espacio de gozo para aliviar el estrés de los días fuertes de estudio. Sin embargo, un jangueo “light’ el día antes del examen no la hace. Para tener un espacio de disfrute, practica actividades como dibujar, meditar, ver una serie corta o hacer ejercicio. Busca un pasatiempo que te ayude a despejar, no te ocupe mucho tiempo y te permita continuar tu rutina de estudio sin mayor interrupción. ¡Habrá tiempo para janguear y celebrar una vez termines los finales!
7. No descuides tu salud
No hay nada malo con dar la milla extra para salir bien en los finales. Sin embargo, no puedes sacrificar tu salud para lograr esa meta. Estos tiempos se prestan para dormir pocas horas, usar energizantes y comer comida poco nutritiva. Todo se trata de balance. Al final del día, si descuidas tu salud, no podrás desempeñarte como deseas este fin de semestre. Bebe agua. Duerme las horas necesarias. Nutre tu cuerpo. Ejercítate. Despeja la mente.
8. No te confíes de más
Llevas obteniendo notas satisfactorias todo el semestre, por lo tanto, decidiste no estudiar para el final. Como no te preparaste, no estabas listo para responder las preguntas del examen; sacas mala nota y bajaste el promedio. Estar seguro de ti mismo es importante. Sin embargo, nunca sabes qué viene en ese examen y, por eso, debes estudiar. ¡No arriesgues tu nota y estudia!
9. No compares tu proceso con los demás
Eres diferente y aprendes de forma distinta. Cuando te comparas con los demás, te puedes desalentar porque sientes que no estás haciendo suficiente. Enfócate en ti y reconoce el esfuerzo que haz hecho para alcanzar este punto del semestre. Si ves a otra persona haciendo algo que te gustaría hacer, te invitamos a acercarte. Aprovecha la oportunidad para absorber esas buenas cualidades a cambio de autoflagelarse por no tenerlas o hacer las cosas diferentes.