Por: Héctor D. Barreto Vázquez
En momentos donde el Presidente Interino de la UPR, Dr. Darrel Hillman, protagoniza la destitución de los rectores en propiedad y secuestra una reunión pública a puertas cerradas, sale de su aposento el ex presidente José Saldaña. En un acto de orgullo decide elogiar la valentía del Presidente por sus acciones y repercutir en contra de aquellos entes que fueron esenciales dentro de la huelga estudiantil. Recrimina, además, retar a esta figura, ya que el pensamiento de su equipo de trabajo debe ser cónsono con el propio. Sin embargo, ¿en dónde queda ese poder de mejorar gracias a la diversidad de pensamiento? ¿Dónde queda la capacidad de discernir cuando todos aceptan tus ideas? Sí, es importante retar, discutir, diferir… es importante pensar.
Lo que bien puedo defender es la postura de que “las organizaciones separatistas socialistas, antiamericanas” que desean que la institución sea dirigida por “populetes, independentistas, socialistas [y] antiamericanos” realmente sean quienes más hayan trabajado por la Universidad en estos momentos de crisis. Cuando el partido en turno decidió aceptar las ordenes de la Junta de Control Fiscal para que la Institución recibiera unos recortes de 450 millones de dólares, este se lo cedió a la Universidad para que se resolviera por ella misma. Mientras muchos criticaban lo que hacía el sector estudiantil desde el inmovilismo y la comodidad, quedaban personas que debían la vida a la Universidad y estarían dispuestos a darla por ella, como lo hicieron a quienes debimos conmemorar ayer por fallecer en el Cerro Maravilla para marcar la diferencia. Por otra parte, se critica la dependencia de la Universidad al gobierno, pero siempre se omite la dependencia del gobierno a la Universidad. Actualmente se le deben $300 millones a la UPR por servicios prestados y van $1,600 millones que se han tirado a pérdida, pero es más fácil inventar “incongruencia” en los planteamientos de los huelguistas.