Para impactar a la comunidad universitaria pese a la pandemia, el Programa de Estudiantes Orientadores del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP) se reinventó con métodos a distancia para asistir a 800 de los 2,000 estudiantes de nuevo ingreso en su proceso de transición a la institución educativa.
La misión del Programa de Estudiantes Orientadores es atender las necesidades de ajuste y adaptación a la vida universitaria de los alumnos entrantes mediante la orientación grupal o individual y la consejería de pares. Las actividades y reuniones, que eran plenamente presenciales, se afectaron con las medidas tomadas para controlar la COVID-19, por lo que se vieron obligados a utilizar plataformas virtuales como Zoom, Google Meets y Whatsapp para orientar a los “prepas”.
“Nosotros los estudiantes orientadores hacemos charlas, tenemos dinámicas, reuniones grupales e individuales ayudándoles, contestándoles las preguntas y proveyendo toda la información necesaria para el recorrido de, por lo menos, el primer año. Ya los años siguientes pues también estamos ahí para ayudarles y resolverles todas las situaciones para facilitarles el proceso de conseguir una respuesta a todas sus preguntas e inquietudes”, explicó Keyshaliz Méndez Hernández, estudiante orientadora.
Durante las reuniones, que los estudiantes participan voluntariamente, trabajan con temas de interés universitario, desde cómo comunicarse por primera vez con un profesor, hasta servicios más complejos como la consejería y la orientación de situaciones particulares.
“No pudimos realizar ninguna actividad presencial, así que la transición a poder seguir ofreciendo estos servicios de manera virtual fue un reto que tuvimos que hacer de manera precipitada para poder ajustarnos a sus necesidades porque, definitivamente, nadie se podía quedar solo en esto”, expresó María Robles Sellés, estudiante orientadora desde el 2017.
Asimismo, Méndez Hernández añadió que la virtualidad no los limitó de poder impactar a diferentes comunidades de la Universidad. Entre las modificaciones de sus métodos, la promoción del programa en las redes sociales tuvo gran impacto para que los estudiantes pudieran acceder a sus servicios.
En el pasado año desarrollaron el servicio individual vía Whatsapp para promover la mentoría y ofrecer ayuda más personalizada a estudiantes que así lo necesitaran.
“No queremos que nos vean como: ‘Ay, ellos son parte de la Universidad, ellos tienen otro rol’. Nosotros somos como ellos, estuvimos en sus zapatos y así es como nosotros podemos ayudarlos”, enfatizó Robles Sellés.
Para la Dra. Arelis Ortiz López, directora auxiliar del programa, lo más importante fue ver la situación como una transformación, no como una dificultad.
“Lo vimos como un reto para seguir evolucionando y poder alcanzar a todos esos estudiantes que ahora estaban en sus pueblos, en sus casas, y que se les iba a hacer más difícil el proceso”, sostuvo Ortiz López.
La directora hizo hincapié en que los estudiantes orientadores tienen una gran responsabilidad al ser el único programa a nivel de país que tiene a cargo un grupo de estudiantes.
Los universitarios orientadores son adiestrados sobre primeros auxilios, salud mental y otras temáticas para capacitarlos en su labor de consejeros, y en la asistencia de nuevos gallitos y jerezanas.
Luego de más de un año de ofrecer sus servicios de manera virtual, Méndez Hernández afirma que los estudiantes que han recibido orientación del programa se sienten agradecidos, pues en tiempos tan difíciles tienen alguien que los escuche y les ayude en el proceso.
“El programa fue de gran ayuda, nos hizo sentir que estábamos en la IUPI, que todavía somos estudiantes y que estábamos en nuestras casas, sí, pero ese contacto a través de la virtualidad nos mantuvo unidos con la Universidad”, reflexionó la estudiante orientadora.