“La solidaridad no se discursa, se practica”, es el lema de la organización de Servicios Investigativos Educando a Mujeres para Elegir una Vida Verdaderamente Autosuficiente (Siemprevivas), un programa de apoyo a víctimas de violencia de género con el fin de educar sobre la toma de decisiones informadas y el manejo de emociones ante sus situaciones dentro y fuera de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Mayagüez (RUM) .
Siempre Vivas surgió, en 1997, por un grupo de estudiantes y una profesora a causa de la falta de apoyo que tenían las víctimas de violencia doméstica al reconciliarse con sus parejas luego de solicitar una orden de protección, informó la encargada de la organización, Luisa Seijo Maldonado, en entrevista con Pulso Estudiantil.
Ante este patrón tóxico entre las víctimas que se cobijaban bajo la Ley 54, la oficina de Servicios Legales de Puerto Rico en Mayagüez se comprometió a permitirles un espacio dentro su oficina un jueves para reunirse y dialogar con las mujeres sobrevivientes de violencia que atendían en la región.
Fue este primer encuentro al que llegaron más de 25 mujeres, algunas acompañadas por sus hijos, en el que se estableció la continuidad de las reuniones para todos los jueves desde las 5:30 p.m. en la sala de espera de la oficina. Mientras, sus hijos se quedaban en la biblioteca de la oficina.
Incluso, desde esta primera reunión, dos estudiantes de psicología encargadas de estos niños iniciaron el programa Cultura de Paz para la Niñez, dirigido hacia los hijos de mujeres víctimas de violencia de género, para educarlos sobre el autocuidado y cómo manejar sus emociones en medio de ciclos de abuso.
No obstante, para ofrecer un mejor servicio, Siempre Vivas sometió una propuesta al Departamento de la Familia en el 2002 para una asignación de fondos, en la que recibieron $50 mil. También reclutaron una psicóloga, una trabajadora social y una psicóloga forense. De esta forma, el próximo año surgió la apertura oficial dentro del Recinto de Mayagüez.
Luego, en el 2005, la organización abrió un espacio para trabajo voluntario e internados con estudiantes del RUM, que permitió la apertura del trabajo clínico con universidades como la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y la Interamericana de Puerto Rico.
Miembros del colectivo en la Universidad Nacional Central durante una orientación acerca de los servicios de Siempre Vivas. Foto suministrada por Amanda Soto González.
El año siguiente, comenzaron a ofrecer cursos a los estudiantes interesados en ser facilitadores dentro de la organización sobre todos los aspectos de género y procedimientos civiles para apoyar a sobrevivientes de ciclos abusivos.
Con el paso del tiempo, Siempre Vivas abrió siete grupos adicionales alrededor de la Isla en los siguientes pueblos: Mayagüez, Moca, Añasco, Las Marías, Maricao, Aguadilla y San Germán.
Asimismo, con su propuesta aprobada en el 2019 por el Departamento de Justicia denominada como Victims of Crime Act (VOCA), aparte de contar con los siete grupos de apoyo, pudieron ampliar sus servicios para ofrecer asistencia legal y expandir el programa Comunidad en Acción Siempre Vivas.
Incluso, se iniciaron otros programas dirigidos a hombres víctimas de violencia de género bajo el programa Atención a Hombres; personas de la tercera edad, que pasan por negligencia; y jóvenes de 13-21 años, en la que todos puedan recibir apoyo para dialogar sobre temas como la diversidad sexual, autocuidado, proceso de comunicación en la familia, toma de decisiones y hasta manejo de emociones.
Señales para detectar posible maltrato
Desde el comienzo de una relación romántica, se requiere saber cómo detectar señales de un posible maltrato. Según Luisa Seijo Maldonado, directora de Siempre Vivas, cualquier tipo de control que impida el ser uno mismo y la toma de decisiones individuales no es una relación de amor, sino de poder. Al contrario, cada individuo en la relación es una persona única que deben complementarse juntos.
Por otro lado, Seijo Maldonado también indicó que hay que estar alerta, dentro de ámbitos laborales o en círculos de amistades, por comentarios no solicitados o insistencias constantes para salir a una cita, pues estos actos son señales de acecho a los que “tenemos que decir no”.
Sin importar la cantidad de tiempo que llevan juntos o cuánto se conocen, decir “no” es pertinente debido a que, al no establecer límites, puede resultar en una agresión sexual. Este tipo de agresión no solo se presenta físicamente, sino que también mediante chistes con insinuaciones sexuales o, por ejemplo, al recibir un vídeo de esa persona dándose placer sexual.
Por lo tanto, fueron por estas ocurrencias diarias, sostuvo Seijo Maldonado, que la declaración del Estado de Emergencia por Violencia de Género, decretada por el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi Urrutia, el 25 de enero de 2021, es una respuesta reclamada anteriormente por Siempre Vivas a través de los años y, más reciente, en reuniones con la exgobernadora Wanda Vázquez Garced.
La violencia de género es un problema de salud pública declarada como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a nivel nacional.
“En una (pandemia) peor de la que estamos viviendo con la del COVID-19 porque es una silente, invisibilizada y silenciada en los ámbitos sociales”, agregó la directora.
Ante la pandemia del COVID-19, los casos de violencia de género en Puerto Rico aumentaron a 919 incidentes reportados entre el 15 de marzo y 6 de mayo del 2020, según EFE, lo que indica la necesidad de seguir ayudando a las víctimas.
Actualmente, Siempre Vivas permanece endosada por el Departamento de Ciencias Sociales y el Colegio de Artes y Ciencias del Recinto de Mayagüez, la UPR de Aguadilla, la Universidad Interamericana de San Germán, la administración municipal de los pueblos Moca y Añasco, y la Iglesia Católica de Maricao y Las Marías.
Integrantes de la organización durante una de las reuniones de Siempre Vivas en el Centro de Estudiantes del Recinto de Mayagüez. Foto suministrada por Amanda Soto González.
A pesar de enfrentar dificultades durante su día a día, al acompañar a víctimas al Tribunal para solicitar órdenes de protección, mantener un consorcio de género y atender referidos, la organización continúa sus reuniones por plataformas virtuales.
No obstante, la situación de poco acceso al servicio de internet, en ciertas áreas como el Barrio Las Indieras en Maricao, interrumpe el compromiso de cumplir con sus objetivos.
Con una asistencia constante de 12-15 personas en los pueblos de Aguada, Aguadilla, Rincón, Añasco, Cabo Rojo, Guánica, Hormigueros, Isabela, Las Marías, Lajas, Maricao, Mayagüez, Moca, Quebradillas, San Germán, Sabana Grande y Yauco, los integrantes de los programas Cultura de Paz para la Niñez, Atención al Hombre y el de mujeres se reúnen semanalmente en distintos horarios.
Sin embargo, para el mes de agosto 2021 proponen incluir profesores y estudiantes de Enfermería como uno de sus servicios para que las víctimas puedan tener una evaluación de salud.
Tras sus 23 años, Siempre Vivas ofrece servicios psicológicos, talleres para la comunidad, intercesoría legal y hasta recopilación de datos de investigación acerca de la violencia de género con el propósito de educar y servir a todo grupo social en la comunidad, teniendo en cuenta que, según Seijo Maldonado, “la violencia de género no tiene género”, a pesar de las cifras elevadas de violencia y acoso hacia las mujeres.