La profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) Recinto de Río Piedras Luz del Alba Acevedo radicó una querella ayer, miércoles, ante la comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) luego que el analista político Luis Dávila Colón describiera a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, como “la candidata más corrupta, más perra, más inmoral que hay en Puerto Rico” durante el programa radial El Azote.
Del Alba Acevedo expresó que el propósito de la querella no es solo a causa de las expresiones hacia la alcaldesa de San Juan, sino a toda mujer en la política de Puerto Rico que le exige renunciar a su identidad de género para ser parte de la política patriarcal en el país.
“Estas expresiones dan paso a una licencia moral que permiten el abuso verbal de las mujeres”, señaló la catedrática.
Asimismo, la catedrática subrayó que no es la primera vez que el comentarista realiza este tipo de expresiones de odio en la radio. La radicación de esta querella le da paso a la FCC para investigar si los hechos verídicos, y buscar soluciones al mismo.
“Carmen Yulín Cruz es la candidate más corrupta, más perra, más inmoral que hay en Puerto Rico”, fueron las expresiones del locutor radial.
La profesora basó la querella en un cuestionario en línea en el que expresó sus inquietudes y una posible solución a la situación. El documento puede ser completado por cualquier ciudadano que así lo desee.
El comentarista fue suspendido, por una semana, de la producción radial de la emisora WKAQ 580 tras llamarla “perra” a la alcaldesa de San Juan el pasado martes. Las expresiones ocurrieron luego de Cruz Soto confirmara que sí se celebrarían las Fiestas de la Calle San Sebastián, durante este fin de semana, a pesar de la situación de emergencia que enfrenta el país a causa de los terremotos.
Por otro lado, Dávila se disculpó a través su perfil en la red social Twitter y justificó su comentario con una definición de la Real Academia Española: “Hoy me referí a Yulín cómo una política perra o corrupta. En castellano, llamarle perro a alguien a un político es aludir a su carácter como persona mala, indigna y no a su género”.
ZNCV