¿Por qué periodismo? La pregunta que acompaña todas las mañanas a una universitaria que mira su reflejo en el espejo, ansiosa por el futuro. Da miedo. Asusta desear ser la voz de aquellas que no están, en un país tan violento como el nuestro.
Se añaden signos de exclamación a la pregunta anterior, pues la estudiante del espejo reconoce, con un apretón en el pecho, que le toca comunicar a un país donde seis mujeres fueron asesinadas entre el martes, 29 de agosto y el sábado, 3 de septiembre.
Cuando las condiciones del país juegan en contra, tambalea hasta el más comprometido con construir un Puerto Rico de calidad para los niños y niñas que protestan por el derecho a la educación mientras buscan no derretirse en el intento. Pero ahí está la respuesta del porqué se ejerce el periodismo.
La universitaria será periodista porque está comprometida con comunicar la verdad; para que los individuos puedan tomar decisiones informadas. En la búsqueda de esa verdad, la periodista decide responsabilizarse con monitorear el poder y denunciar cuando las instituciones no trabajen eficientemente.
Puertorriqueña, mujer, periodista. Ser voz ante las injusticias se convierte en la identidad de muchas compañeras en formación. Aquellas que reconocemos lo grande que somos como país, pero que también señalamos lo difícil que es ser mujer en Puerto Rico.
¿Por qué periodismo? Porque no queremos ni una menos, porque aspiramos a vivir libres y porque sabemos de lo que estamos hechos.
En el Día Internacional del Periodista, es preciso reconocer la labor de grandes comunicadores alrededor del mundo y en la isla, que ejercen su profesión de la manera más honesta posible. Levantarse y servir a un país no es tarea fácil, y menos cuando el día a día de los puertorriqueños es tan retante.
Por eso, resulta imprescindible identificar y saciar el deseo de aquellos que buscan formarse como profesionales en las comunicaciones. La responsabilidad de ser el reflejo de una sociedad es colectiva, más cuando se propone un periodismo de soluciones. La labor periodística se convierte en la voz de un pueblo.