Por: Kiara Crespo
Los poetas del colectivo CoplerosPR, formado por 5 estudiantes universitarios, compusieron el pasado fin de semana poesías sobre temas propuestos por el público, como parte de La Campechada.
Los jóvenes Alejandro Graziani, Steve Calimano, Leandra Ortiz, Valeria N. González y Kiara Crespo tomaban las ideas sugeridas por las personas para escribir al momento, con pluma y tintero, poemas en postales que entregaban selladas con cera a la persona que dio el tema.
La iniciativa surgió con el fin de crear un espacio para personas que quisieran tener o dedicar un poema, pero no pueden componerlo por sí solas porque no pueden rimar, no se atreven o no les gusta el resultado cuando intentan. Por lo tanto, los poetas intentaron que cada persona sintiera que el poema era personalizado.
“Gracias, por su maravilloso poema, por la tarjeta tan bella. Mis respetos para ustedes. Sepan que son creadores de maravillosos momentos. Gracias”, dijo Rosa, quien pidió un poema para una sobrina que vendría a visitarla ese día. Entre lágrimas de entusiasmo les contó que ella fue adoptada de China y que desde entonces se ha convertido en la felicidad de la familia. Cuando se le llamo para que buscara su poema presenciaron como con gran sonrisa se lo entregaba a ella.
La fiesta cultural La Campechada, dedicada este año a Eugenio María de Hostos, se llevó a cabo en Mayagüez del 4 al 6 de mayo, y contó con la participación de decenas de artesanos, artistas plásticos y artistas individuales, incluyendo los CoplerosPR.
La mayoría de los participantes solicitó poemas dedicados a parejas, hijos, madres y hermanas. Muchos lloraron ante preguntas de los CoplerosPR sobre qué pensaban de la persona a quien le dedican el poema, y los poetas en ocasiones también dejaron escapar lágrimas al escuchar las expresiones de amor.
Además de los poemas de amor, las personas propusieron una variedad de temas. Un niño pidió un poema que se tratara de un dinosaurio. Un pintor pidió un poema que hablase de Pepe Díaz en el puente Martín Peña. Unos organizadores de una escuela de bomba solicitaron un poema para utilizarlo como canción. Una niña le dedicó un poema a su hermano mayor, quien se va a casar. Una pareja que llevan 40 años juntos decidió dedicarle un poema el uno al otro.
A pesar de ser a base de donativos, lograron un presupuesto más allá de lo esperado. Sin embargo, lo más significativo para los poetas fue ver las personas sonreír al leer los poemas.
Los estudiantes- cuatro de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Rio Piedras y uno del Colegio de Cinematografía, Artes y Televisión– formaron el proyecto en el 2018 con el fin de promover el arte poético a través de «open mics», el proyecto «Artesanía Poética» y el libro «Iridiscente», escrito por la agrupación.