Por: Andrea K. Luna Pedraza
Las semanas de finales son tiempos de estrés y presión para la comunidad universitaria, especialmente para los estudiantes. Esta época es la que usualmente los alumnos se sienten drenados, desmotivados y cansados.
Los alumnos suelen descuidarse debido a que se enfocan en estudiar y completar trabajos. Para tener un mejor fin de semestre y empezar el verano con más ánimo, se pueden tomar en consideración los siguientes consejos:
- Asegúrate de dormir bien
A veces, las personas pierden la noción del tiempo cuando estudian y se enfocan en sus tareas, lo que resulta en dormirse tarde en la noche. Sin embargo, la falta de sueño dificulta la concentración y la retención de información: lo opuesto a lo que buscas en estos últimos días. Para evitar esta situación, pon una alarma para que, cuando vayas terminando de trabajar, recuerdes dormir.
No te sientas frustrado porque piensas que continuar estudiando brinda más frutos que dormir; luego, te podrías arrepentir de no haber descansado bien. Una mente descansada significa una mente enfocada y tranquila. Si normalmente te acuestas tarde, notarás una diferencia si mejoras tus hábitos al dormir.
- Aliméntate bien
Así como tu rutina de dormir se ve afectada, tus hábitos alimenticios también podrían perjudicarse. Tal vez, al estudiar por horas consecutivas, se te olvide comer o hacer comidas balanceadas.
El estrés también causa falta de apetito, pero no deberías dejar de alimentarte. Tu cuerpo necesita nutrientes para seguir estudiando y aprendiendo nuevos temas.
Si estás débil, se te hará más difícil concentrarte en tus estudios. Toma meriendas y haz comidas balanceadas para continuar con tus estudios.
Recuerda tomar agua. Hidratarse es igualmente importante para tu cuerpo y tu mente.
- Mantente motivado
La motivación es uno de los motores más importantes en la temporada de finales. Decirlo es más fácil que hacerlo, pero no es tan difícil como se cree.
Solo piensa en aquellas cosas que te mantienen enfocado en tus metas. No importa cuáles sean estas motivaciones, lo que cuenta es que te ayuden a ti y a tu futuro.
Ignora los pensamientos negativos que usualmente entran en tu mente cuando más estresado estás, pues son pensamientos que surgen en momentos de presión. Mantente claro, positivo y enfocado. Nunca olvides de todo lo que has hecho y de todo lo que eres capaz de continuar haciendo.
- Habla con tus profesores
Hablar con tus profesores puede ser intimidante, pero los docentes están para ayudarte en tus estudios. Si no entiendes algún concepto sobre la clase, no dudes en contactar a tu profesor para aclarar tus dudas.
Si los contactas con anticipación y les haces tus preguntas, se te hará más fácil estudiar. Igualmente, podría ser beneficioso para obtener una mejor nota en tu examen o trabajo final.
- Mantente en contacto con tus compañeros
Si no tienes la oportunidad de hablar con tu profesor, tus compañeros también son una buena red de apoyo. Ya sea para aclarar una duda, hacer grupos de estudio, solicitar ayuda o simplemente hablar, tus colegas podrían ayudarte.
Recuerda que no eres la única persona preocupada y abrumada en estas semanas. Tus compañeros están pasando por el mismo proceso.
Igualmente, ten en cuenta que, así como tus compañeros están estudiando para finales, también tienen preocupaciones, obligaciones y temores. Motiva a tus compañeros y deséales éxito.
- Despeja tu mente
La presión puede ser tan grande que no puedes pensar en otra cosa. A pesar de que es bueno que estés enfocado en tus estudios, estos pensamientos podrían empeorar la situación. Toma descansos mientras estudias y, cuando termines de estudiar, asegura relajarte con alguna actividad que no brinde mucho estrés.
Caminar, escuchar música, meditar y ejercitarse son actividades que pueden ayudarte a reducir el estrés. Tener un buen balance entre estudiar y relajarse podría ser clave para que tu cerebro no se canse.
- Déjate cuidar
Deja que otras personas te ayuden. Más allá de ayuda académica, hay otros aspectos de tu vida en los que tus amigos y familiares podrían ayudarte.
No rechaces la ayuda de las demás personas, especialmente cuando sabes que la necesitas. Pedir apoyo no es malo ni una señal de derrota, al contrario, entender que necesitas de alguien significa que tienes tu mente clara.
Deja que tu familia y amigos te brinden mensajes de apoyo, consejos y oportunidades para olvidarte un rato de tus preocupaciones. No dudes en solicitar ayuda cuando te sientas estancado.
- No dejes de estudiar
Hay momentos en los que puedes pensar “no voy a aprender nada; dejaré de estudiar para no seguir perdiendo el tiempo”. Pero, no dejes de educarte e intentar entender los temas.
No seas duro contigo mismo, ten paciencia y sigue intentando. Da lo mejor de ti y verás que eres capaz de más cosas de las que crees.
Aunque las semanas de finales se sienten eternas y duras, tú puedes. Con dedicación, esfuerzo y cuidado puedes alcanzar tus metas. Tómalo con calma. Respira y sigue.