Por: Víctor Torres Montalvo
Foto: Metro
Este artículo es el segundo de tres notas sobre las violaciones de reglamentación, certificaciones y procesos de ley en lo que se vieron envueltos tres becarios.
Las violaciones de reglamentación, certificaciones y procesos de ley que se decía que hubo en la otorgación de las Becas Presidenciales (BP) 2015-2016 a becarios de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recinto de Río Piedras (RRP), se hizo oficial cuando se publicó el Informe Final de las Becas Presidenciales.
El Comité Investigador pudo confirmar que hubo violaciones e irregularidades a la hora de considerar, poner en práctica las reglamentaciones necesarias, diligenciar la beca y remitir los contratos a las oficinas correspodientes.
Según reza el informe, se cometieron “severas irregularidades” en torno a la otorgación de las becas a tres personas en RRP, quienes fueron beneficiadas por un amiguismo que terminó por violar “todas las normas universitarias aplicables”. Veamos estas irregularidades con otro de los becarios.
Mónica Sánchez
- La arquitecta Mónica Sánchez, sobrina del expresidente la de Junta de Gobierno (JG) de la UPR, Dr. Jorge L. Sánchez Colón, conocía desde el 2011 a la persona que haría los contactos con el exrector de RRP, Carlos Severino Valdéz, para diligenciarse la controvertible beca. Se trata del exdecano de la Facultad de Arquitectura, Francisco Rodríguez.
- Según declaraciones del Dr. Sánchez ante la Comisión Investigativa urante el mes de febrero o marzo de 2015, Sánchez, su tío y el exdecano Rodríguez sostuvieron una reunión en un café o restaurante para discutir si el doctorado en urbanismo era una buena opción para los estudios de la arquitecta. Sin embargo, y según la arquitecta Sánchez, esta reunión ocurrió luego de que ella le escribiera, en abril, al exdecano Rodríguez solicitándole ayuda económica para perseguir sus estudios doctorales en urbanismo.
- Ese correo electrónico, de fecha 16 de abril de 2015, hacía referencia a las Becas Presidenciales pero la arquitecta insistió que no sabía si se había abierto el programa. Según la comisión, Sánchez no supo aclarar las inconsistencias.
- El exdecano Rodríguez y el Dr. Sánchez se conocen desde hace «varios años». A su vez, la arquitecta Sánchez conoce a Rodríguez desde sus años de estudios de bachillerato y maestría en Arquitectura. Sánchez se refiere a Rodríguez como «Paco».
- ¿Recuerdan el correo electrónico del 16 de abril? Pues en ese correo la arquitecta Sánchez solicitó ser considerada para recibir ayuda financiera mediante las BP. A eso añadio que, si Rodríguez deseaba recibir recomendaciones para Sánchez, lo podía hacer con los profesores Jorge Lizardi y Manuel Bermúdez, ambos de Arquitectura. Ese mismo día, Sánchez le envió un correo electrónico a Lizardi que, entre otras cosas, contenía esta frase: «Como le comenté hoy, durante el día, cabe la posibilidad de obtener la Beca Presidencial UPR…», aún así cuando ella dijo desconocer de la reapertura del programa becario.
- El 20 de abril, los profesores enviaron sus recomendaciones a Rodríguez.
- El 3 de junio, Sánchez entregó una carta, escrita a puño y letra, a Julia Celeste Bartolomei Guzmán, ayudante ejecutiva del exrector RRP, que decía, entre otras cosas, lo siguiente: «El Dr. Jorge Sánchez me recomendó que le entregara a usted personalmente este documento. El mismo es la solicitud de la Beca Presidencial, dirigida al Dr. Carlos Severino. Asimismo, la carta hacía referencia a que «anteriormente se habían entregado los documentos al decano arq. Francisco Rodríguez» y hablaba de una carta dirigida a Severino. Según indica el informe, en la entrevista de Sánchez con el Comité Investigador, la arquitecta contestó «de manera titubeante» que ella no sabía que el proceso de las BP habíá reabierto y que meramente estaba dejando saber su interés en recibir alguna beca disponible. También indicó que no había recibido indicación de su tío para hacer ese acercamiento.
- Por un lado, el Dr. Sánchez, en entrevista con la comisión, se sorprendió por la nota y fue enfático en decir que él no indicó, ni autorizó, que su sobrina actuara de esa manera. Por otro lado, su sobrina explicó que la carta fue para que se supiera que había alguien en la misma UPR que la conocía, por si no se sabía quién era ella. En cuanto a dirigir la carta a la oficial Bartolomei, Sánchez dijo que no sabía quién era ella, porque solo entró a la página de Rectoría RRP, vio su nombre, y decidió dirigir la nota a ella.
- Según el informe, Sánchez fue directamente a entregar esa información porque quería hacer parecer unos «esfuerzos por su propia iniciativa» y no que alguien relacionado con la UPR le haya provisto información valiosa.
- La Comisión Investigativa hizo constar que el testimonio de la arquitecta no mereció credibilidad, porque «fue improvisando respuestas cada vez menos creíbles» y porque se vio un «claro intento de proteger a su tío».
- 12 de junio: Severino le envía carta de Sánchez al expresidente de la UPR, Uroyoán Walker Ramos, informándole que recibió una comunicación de la arquitecta Sánchez que pedía ser considerada para una BP. El exrector acompaño la carta con un «agradeceré su consideración ante la petición de la arquitecta Sánchez». Severino no indicó área prioritaria de estudios, ni compromiso de plaza.
- El 19 de junio, la vicepresidenta asociada de la Vicepresidencia de Asuntos Académicos, Dra. Luz A. Muñiz Santiago, le envió una carta a Bartolomei Guzmán que hacía referencia a la carta que envió Severino en apoyo a que Sánchez fuera considerada para una beca. En la misiva, Muñiz señala que la carta de Severino debía ser más específica porque «el área de estudios [sic] propuesto por la arq. Sánchez no está contemplada en las prioridades establecidas por la UPRRP». La misiva también exponía que Sánchez no era personal de la UPR. El no ser personal, era una de las determinaciones que impartió Walker a los rectores, donde igualmente se condicionaron las becas a ser «internas» por la situación fiscal que afectaba la Universidad.
- El 21 de julio, Muñiz le dio seguimiento al correo del 19 de junio, del cual no recibió respuesta. En este nuevo correo, la vicepresidenta asociada indicó que se habían recibido tres carta de recomendación por parte de Severino. En la que competía a Sánchez, se informó que era un área no prioritaria. Igualmente, Muñiz recalcó que ninguna de las cartas de Severino «aborda de manera concreta y específica el aspecto relacionado con la plaza que la unidad tiene que identificar para el candidato». A esta fecha, la sobrina del Dr. Sánchez no había cumplimentado la solicitud de BP.
- El 31 de julio, el Comité Institucional no recomendó que se le concediera la beca a Mónica Sánchez, porque no había completado la solicitud, no era docente de la UPR y no había plaza identificada.
- El 4 de julio, Mónica cumplimentó la solicitud de beca mientras estab a fuera de Puerto Rico. De acuerdo a los documentos entregados, el 31 de julio el Dr. Julio Sánchez Pont (hijo del Dr. Sánchez) firmó un certificado médico que acreditaba a Mónica como «saludable».
- El 17 de agosto, la arquitecta Sánchez se reunió con la vicepresidenta de Asuntos Académicos, Dra. Delia Camacho, luego de que la cita fuera pactada mediante llamadas y correos electrónicos. En la reunión, se le informó a Sánchez que su solicitud de beca estaba incompleta porque faltaba una recomendación explícita del exdecano de Arquitectura. Acto seguido, la arquitecta fue inmediatamente a la oficina de Rodríguez donde obtuvo una carta «nominando» a su persona a la BP. La carta tenía fecha del 13 de abril, pero luego de que la Comisión Investigativa corroboró la prueba testifical, llegó a la conclusión de que la fecha correcta fue ese mismo día (el 17 de agosto). El exdecano lo confirmó. Ese mismo día, el expresidente Walker le envió una carta a Mónica indicándole que le concedió la BP por $23,200.
- El 26 de agosto, la VPAA envió el contrato firmado por Sánchez a la oficina de Asesoría Legal para la verificación y posterior firma del presidente.
- El 24 de septiembre, la VPAA le entregó el cheque a Mónica. El expresidente Walker no firmó el contrato hasta el 1 de octubre.
Así las cosas, se puede concluir que Mónica Sánchez recibió información privilegiada con anterioridad a la reanudación del programa de becas. Además, «no queda duda en la comité que la arquitecta Sánchez se sirvió de su parentesco…». El exrector Severino también favoreció a Sánchez, enviando una recomendación a sabiendas de que faltaba información importante sobre la candidata, así como que también pasó por alto las indicaciones de que las BP serían «internas». Sabiendo esto, es necesario hacer hincapié en que han sido, hasta ahora, dos veces las que el exrector intervino de manera irregular en la otorgación de las becas, favoreciendo candidatos que tienen lazos en altas esferas de la Universidad.e