Ante la insistencia de la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) de materializar recortes presupuestarios a la Universidad de Puerto Rico (UPR), reiteramos nuestro respaldo hacia el proyecto educativo más importante del país.
A pesar de los reclamos multisectoriales para frenar el atropello contra la institución, la JSF contempla restringir el uso de $94 millones del presupuesto de la UPR para el próximo año fiscal.
Con esta reducción millonaria, el panorama financiero de la comunidad universitaria es preocupante: un presupuesto de $407 millones para operar las 11 unidades académicas del sistema UPR. Disminuir el presupuesto del principal centro universitario implicaría: desafiar la existencia de la Estación Experimental Agrícola, provocar posibles pérdidas de acreditaciones, perjudicar el fondo de pensiones, aumentar el costo de la matrícula, entre otros daños nefastos. La drástica reducción presupuestaria de la institución académica pone en riesgo el futuro de Puerto Rico. La UPR es la fuente esencial de profesionales de excelencia.
Rehusamos mitigar las secuelas de los recortes. Es cada vez mayor el miedo que vive el estudiantado por la imposibilidad de completar sus estudios, y la preocupación del profesorado por cuáles recursos tendrán disponibles para utilizar o si recibirán un retiro digno.
Exigimos que se mantenga la calidad académica que se genera en la universidad del estado. Desde su fundación, la UPR ha sido el pan que sustenta la formación integral de miles de estudiantes.
Precisamente, Pulso Estudiantil nació con el esfuerzo de alumnos del cuerpo de gobernanza del recinto riopedrense. La UPR -y lo que en ella acontece- fue el motor que impulsó la creación del principal medio universitario.
Las amenazas presupuestarias suponen la destrucción de un proyecto cultural y fundamental para nuestro archipiélago. La experiencia universitaria crea una sociedad próspera y todo estudiante en el país debería tener derecho a la oportunidad de desarrollarse académicamente. La Universidad es el pulso de Puerto Rico.
Hoy, y siempre, nos sumamos a la lucha por salvar a la UPR, con miras a proteger nuestra educación. Hacemos un llamado urgente a la comunidad universitaria y a la ciudadanía puertorriqueña a que se unan en defensa de la universidad pública y accesible. Fallarle a la UPR es fallarle a Puerto Rico.