Por: Valeria Alicea Guzmán
María Luisa Ríos Ayala acostumbra a inmortalizar sus sueños en una lista, a visualizar que ya cumplió con el objetivo, y luego se dispone a realizarlos. De esta forma, a los 74 años, logró graduarse Magna Cum Laude de la Universidad Ana G. Méndez Recinto de Carolina.
La especialista en Artes Culinarias, que comenzó a estudiar en la universidad en el 2018, anteriormente había tomado cursos de contabilidad, finanzas, y otros talleres educativos, pero siempre deseó completar un grado universitario.
“Algunas personas me decían que qué yo hacía a estas alturas, que me quería complicar la vida. Pero yo tenía un sueño y quería lograrlo”, expresó Ríos Ayala.
Según Miriam, como también es conocida, compartir con los profesores y estudiantes la “transportaba a muchos años atrás cuando era joven” y reconoció que, aunque no posee destrezas tecnológicas, siempre recibió apoyo de sus compañeros.
“Lo que más se me hizo difícil fue el manejo de la computadora. También tengo problemas de la vista porque me hicieron un trasplante de córnea, pero la universidad me dio acomodos razonables”, agregó.
La egresada de la UAGM aseguró que, pese a recibir comentarios desalentadores, nunca pensó en abandonar los estudios.
“Recuerdo que en una clase una estudiante preguntó ¿qué hace esa señora aquí? Un muchacho que estaba sentado al lado de ella le explicó que yo estaba logrando mis sueños y que ella tenía que ver que yo estaba haciendo un sacrificio. El profesor me dijo que no me apurara porque yo iba a terminar”, comentó la madre de tres hijos.
La estudiante de 74 años, quien aprendió a cocinar cuando cursaba segundo grado, admitió que la perseverancia, disciplina y tener un propósito firme le beneficiaron para lograr completar el grado asociado. “Tuve asistencia perfecta. No falté ni un solo día. En la universidad no me dolía ni una uña y tenia laboratorios de cinco horas”, reveló.
Tras la situación que enfrenta el país por el COVID-19, la septuagenaria expresó que “los profesores fueron bien condescendientes” y, que gracias a la ayuda de su hija Lucy Oliveras Ríos, pudo adaptarse a la modalidad de educación en línea.
Sin embargo, aunque los familiares realizaron una caravana para celebrar sus logros, la graduanda confesó que anhelaba poder asistir a la graduación y recibir los reconocimientos en la ceremonia.
“Cuando vi el comunicado del presidente de que no iba a haber graduación me dio un sentimiento profundo. Lloré y lloré. Me sentía bien triste”, manifestó la, también, miembro de la Congregación Mita.
Ríos Ayala, que durante la década de los 80 administró un restaurante especializado en cocina vegetariana, mencionó que le gustaría dedicarse a la confección de recetas de comida saludable. Además, señaló que le interesa “que la gente aprenda a cocinar comida sana”.
“Me gustaría dar clases para que las personas se preparen y se eduquen. Las personas creen que la comida saludable es cara. Es cara si la compras y no aprendes a cocinarla”, puntualizó la residente de San Juan.
La graduada en Artes Culinarias confesó que al obtener su diploma consiguió “la pieza que le faltaba al rompecabezas” y que siente satisfacción porque logró “tachar” en la lista de deseos uno de sus sueños, obtener un título universitario.
ARAB