Por: Adriana Díaz Tirado / MNNB
Cristales rotos, aperturas en el techo, el retumbo de las gotas a causa de las filtraciones, y los desechos de plafones y pupitres inservibles que reinan el piso, son algunas de las nuevas características que posee el quinto piso de la biblioteca de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey luego del impacto del huracán María.
“Parece que el huracán pasó ayer por la biblioteca”, relató Génesis Virella Tirado, una estudiante de Biología quien ha presentado dificultades al no encontrar un espacio apto para poder repasar de sus clases.
La Biblioteca Víctor M. Pons Gil recibe a los 3,107 estudiantes matriculados en Cayey. Es la única biblioteca en todo el recinto y tiene cinco pisos, los cuales albergan salas de conferencia, colecciones y material tecnológico.
El quinto piso, dónde se reunían la mayoría de los estudiantes, está inaccesible desde el huracán, aunque desde antes era un criadero de hongos y asbestos.
No solo la biblioteca del recinto torito es la que ha presentado daños y riesgos, sino que los estudiantes también se quejan de sus salones; las áreas verdes de la institución, que no han sido podadas por meses; las áreas deportivas; y de los laboratorios.
La administración central del sistema UPR recortó en el último presupuesto del recinto de Cayey $1.7 millones, lo que dejó a muchos de los departamentos sin dinero ni recursos para trabajar.
Las graves condiciones de la infraestructura del recinto de Cayey no ameritan una prospera educación. Mientras que el aumento de matrícula, que afecta los bolsillos de los estudiantes, no ha producido algún movimiento de recuperación.
“Si yo estoy pagando y estoy viendo beneficios, entonces entiendo que puedo pagar más; pero no he visto cambios, las cosas siguen estando igual o peor”, añadió la estudiante atleta.
Salud en riesgo
Las áreas más afectadas presentan hongos en las paredes, y plomo y asbestos en el aire. Todos estos compuestos han estimulado problemas respiratorios en los empleados de la biblioteca y estudiantes.
El asbesto es un compuesto mineral que ha sido reconocido como cancerígeno por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) y por la Oficina de Protección Ambiental (EPA).
Al pasar mucho tiempo en la biblioteca, algunos estudiantes han encontrado bacterias en sus pulmones, según compartió el estudiante de Ciencias Sociales, Víctor M. López Díaz. “Las condiciones son pésimas”, sostuvo.
Denuncias del Movimiento Estudiantil
Un estudiante dirigente del Movimiento Estudiantil de Cayey publicó unas fotografías en conmemoración de María que develaron la peligrosa situación del quinto piso de la biblioteca. En el estado, el joven López Díaz comentó “¿Otro espacio olvidado en nuestro recinto?”.
El movimiento estudiantil ha criticado duramente la paralización de la administración de la UPR y ha presentado diferencias con el Consejo de Estudiantes (CGE).
“El Consejo de Estudiantes de Cayey, después de la huelga, se ha institucionalizado. Ha justificado la inacción del trabajo y no ha respondido a los reclamos de los estudiantes”, estableció López Díaz, quien en su momento fue concejal.
La semana pasada, la rectora interina, Glorivee Rosario Pérez, se comunicó con el estudiante tras haber visto las fotos compartidas por el movimiento, pero al momento, no ha visto ningún tipo de acción.
Los estudiantes han propuesto hacer estudios en la biblioteca, hacer una estimación correcta de los daños, hacer brigadas de limpieza, llevar sus reclamos a rectoría y promover que el estudiantado sea escuchado.
Por su parte, el presidente del CGE, Pedro Lefevre Rivera, criticó la falta de supervisión e inacción del mantenimiento del recinto desde antes del huracán María.
“El Consejo de Estudiantes ha ido a distintos foros, hemos llevado a todas las áreas administrativas la preocupación del estudiantado del mal mantenimiento que se le ha dado a la universidad”, expresó Lefevre Rivera.
Lefevre Rivera insistió en que los sectores de la Universidad tienen que unirse, para así manifestar que la recuperación tiene que ocurrir. Agregó que Cayey es otro recinto reflejo del mal manejo de recursos y de la ausencia de un rector en propiedad, en vez de uno interino.