Por: Anne
A raíz de la situación que estamos viviendo, muchos estudiantes nos hemos visto afectados por diferentes razones, ya se la falta de equipo tecnológico, internet, comida, un techo o hasta un espacio para poder estudiar, pero lo más que nos ha impactado ha sido la falta de consideración por parte de los profesores.
Hace tres años que me identifico como estudiante de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPRRP). Durante este tiempo, he visto cómo la ineficiencia reina en cada esquina de la facultad y, también, en el resto del campus. Definitivamente, me ha quedado clarísimo que esta institución no posee la calidad educativa que llegó a tener en su mejor época o que la gente dice que aún posee.
En mi caso, como en el de mis compañeros, hemos estado batallando con las clases de química y su departamento. No importa cuánto estudiemos, cuántas veces leamos el libro, cuánto busquemos ayuda o practiquemos, fracasamos en los exámenes. Al principio, pensábamos que era nuestro problema, pues los profesores siempre nos culpan de no estudiar, de no ser lo “suficientemente inteligentes” o de sufrir de algún desorden o trastorno mental. Sin embargo, si estamos siguiendo todas las instrucciones y recomendaciones, ¿por qué esto continúa sucediendo?
A saber, con el transcurso del semestre nos hemos dado cuenta de que los mismos profesores no saben redactar. Sí, así como leen. Personas con doctorados y posdoctorados que tienen problemas con la sintaxis y gramática para poder formular una pregunta de examen, pero para ellos eso es parte de “la lógica” para que el estudiante analice. ¿Qué tiene que ver el ser racional con tener algo evidentemente mal redactado? Nada. Al parecer no aprendieron que un científico también debe ser un buen comunicador.
Por otro lado, sabemos de profesores que dan su clase completamente dictada, sin ningún tipo de diapositivas para que el estudiante pueda ver cada paso que este explica. ¿Quién aprende química de esa manera cuando en la misma se aplica la matemática? Nadie. Esto sin contar que hay otros que explican rápido el material y siempre se justifican con “esto se lo tuvieron que haber enseñado en escuela superior” o “este material pertenece a la primera parte de esta clase y esto es continuación”. De la misma manera, otros profesores contestan las dudas de los estudiantes con la frase: “Eso está en la presentación”. No importa cuántas veces busques o rebusques cada plantilla, te das cuenta de que solo posee un montón de láminas sin texto que apenas se pueden entender o interpretar.
En cambio, hay estudiantes brillantes que no logran completar los exámenes en línea debido a la cantidad de ejercicios que asignan para un corto periodo de tiempo. No sabemos en qué momento medir el tiempo de un examen se convirtió más importante que aprender. Asimismo, hay otros docentes cuya única preocupación es que los estudiantes no se copien. A mi entender, esto es un acto de deshonestidad académica. Además, ellos siempre nos informan de que los exámenes son diferentes, por lo que, es imposible copiar el trabajo de alguien más. Igualmente, hay profesores que no nos quieren mostrar nuestros exámenes. Entonces, ¿cómo se supone que mejoremos para el final? ¿Adivinando?
Siempre me preguntado, ¿quién dijo que cualquier persona con un doctorado o posdoctorado puede impartir una clase? Creo que la universidad y la facultad deben elegir mejor a los profesores. Necesitamos personas que sean educadores de vocación y dispuestas a motivar a los estudiantes a dar el máximo esfuerzo. Ningún alumno quiere o merece un profesor que le diga: “estoy aquí porque con mi preparación no conseguí otro trabajo”.
Es hora de que el Recinto de Río Piedras de la UPR y la Facultad de Ciencias Naturales tomen cartas en el asunto, pues sabemos que esta situación ha sido la misma durante años y con la situación del COVID-19 ha empeorado. La academia tiene como deber proveerle al estudiantado las mejores herramientas para que estos sean profesionales excelentes y que aporten al país, pero lo único que hemos visto con esta situación ha sido estudiantes cambiándose de concentración porque se sienten insuficientes, personas dándose de baja y otros cambiándose de institución y considerando otras en el extranjero.
El autor de esta columna usó el pseudónimo de «Anne» por motivos de seguridad.
Las expresiones vertidas en este escrito no necesariamente representan el sentir de Pulso Estudiantil.
KMCV