Por: Gabriel Casal Nazario
Llegó el 30 de octubre y sabíamos que la Universidad a la cual estábamos volviendo no era la misma. Entramos a un recinto más oscuro, precario y difícil. Esto se agravó al ver que nuestro recinto no contaba con necesidades básicas para que podamos estudiar: ninguna de las bibliotecas están abiertas, la universidad cierra a las 6:00 p.m., el Centro de Estudiantes a las 4:00 p.m. y se nos hace difícil completar las lecturas requeridas con nuestras baterías limitadas. Una vez más nos han obligado a autogestionar formas de sobrevivir en un país y una universidad sin futuro.
Llevan años recortándonos servicios, cada semestre hay menos cursos, menos opciones de comer saludablemente, menos oportunidades de práctica en nuestros departamentos, menos bibliotecas e impresiones accesibles. Ante esto, hemos respondido con soluciones que la administración es incapaz de articular. Por ejemplo, un comedor social que le provee comida saludable a cientos de estudiantes diariamente, medios estudiantiles como Pulso Estudiantil y el Centro de Comunicación Estudiantil que sirven de práctica mientras fiscalizan a la administración y un huerto agroecológico porque, aunque la administración no lo entiende, nosotros sí reconocemos la importancia de la sustentabilidad.
Ante la falta de acceso a impresiones de lecturas y trabajos, estudiantes del Comité de Lucha y Acción de Sociales y Empresas (@CLASEUPRRP), hemos creado una impresora accesiblegratuita abierta a la comunidad universitaria, sustentada totalmente por donaciones y trabajo voluntario. A pesar de que la Decana nos haya tratado de botar de nuestro vestíbulo, permanecemos proveyendo un servicio importante. Esta primera semana logramos imprimir sobre 942 hojas de trabajos, solicitudes, y lecturas. ¿Si un pequeño grupo de estudiantes pudo establecer un servicio de impresiones prácticamente gratuitas con ningún presupuesto, por qué la administración con su presupuesto millonario no pudo hacer lo mismo?
El caos que es la administración universitaria no se debe a falta de talento administrativo o mera ineficiencia. Por años hemos tenido muchísimos administradores y ninguno ha logrado gobernar la Universidad de manera funcional ya que es imposible gobernar sin contemplar a todas las partes una comunidad. Una administración compuesta por puramente burócratas va a responderle directamente a esos burócratas. Tendremos una Universidad que le sirva al país cuando la comunidad universitaria sea quien vele por sus intereses y gobierne democráticamente.
La autogestión es la solución a la crisis universitaria porque nos permite desarrollar proyectos independientes, poderosos, y transformadores. Mientras cumplimos con nuestras necesidades estamos recalcando la incapacidad de la administración de gobernar. Al construir una red de proyectos que contemple tanto al estudiantado como al profesorado, le abrimos paso a una Universidad dinámica, accesible y transformadora para futuras generaciones.
Siempre hemos luchado por hacer la educación lo más accesible posible a través de años de protestas, paros, huelgas, proyectos y asambleas que enfatizan nuestra creencia en la educación como herramienta primordial para hacer esta sociedad una más justa. Heredamos un país quebrantado por el colonialismo y la corrupción, queda de nosotros y nosotras transformarlo para que sea uno libre y democrático.