Para el verano del 1867, los revolucionarios que buscaban separar a Puerto Rico de España se organizaban para buscar ayuda internacional y aumentar el apoyo de los criollos para su causa, según el historiador José Lee Borges. Los llamados separatistas no solo querían buscar la libertad política, sino también establecer una sociedad más justa para todos incluyendo las personas esclavizadas, aclaró el también profesor en la Universidad de Puerto Rico.
Lee Borges compartió que los líderes separatistas y abolicionistas viajaban a diferentes países buscando apoyo para la lucha a favor de la independencia de Puerto Rico y la abolición de la esclavitud. Ramón Emeterio Betances y Segundo Ruiz Belvis organizaban el levantamiento desde el exilio luego de ser desterrados de Puerto Rico por el gobernador español José María Marchessi. En sus viajes, lograron el apoyo de camaradas en Chile, República Dominicana, Cuba y Argentina, entre otros.
Betances publicó “Los diez mandamientos de los hombres libres” en 1867 para calar interés en la independencia, y el documento fue utilizado como guía para la insurrección armada del 23 de septiembre del 1868, según el historiador Mario Cancel Sepúlveda.
Antes del levantamiento, se habían constituido grupos regionales de revolucionarios organizados, incluso bajo un gobierno español autoritario. Lee Borges destaca a Capa Prieto en Mayagüez, Centro Bravo en Lares, Lanzador del Norte en Camuy y Porvenir en San Sebastián como algunos de estos grupos. El profesor indicó que la mayoría de estas organizaciones revolucionarias se daban fuera de San Juan y Ponce dado a la presencia militar española en estos cascos urbanos.
Ya en el 1868, los líderes del movimiento lograron ponerse de acuerdo con cubanos separatistas para realizar una revolución conjunta. El plan era que el Grito de Yara en Cuba y el levantamiento en Puerto Rico se dieran el 29 de septiembre de 1868, según Lee Borges.
El grito en Puerto Rico estaba pensado para darse originalmente en Camuy, en esa fecha, porque ese día era libre para los esclavos y podían participar. Además, ese día, llegaría, a Camuy, un cargamento de municiones y armas traído por Betances que luego fue confiscado, aseguró el profesor.
Este plan se coartó por algún fiel a los españoles que encontró documentación del levantamiento en Camuy, y la compartió con los oficiales españoles. Por esto, el levantamiento se adelantó para el 23 de septiembre, y cambiaron el lugar para Lares, confirmó Lee Borges.
Así, alrededor de 600 revolucionarios tomaron el pueblo de Lares, arrestaron a las autoridades municipales, proclamaron, por primera vez, la República de Puerto Rico y constituyeron un gobierno provisional.
Al día siguiente, se disponían a tomar el pueblo de San Sebastián, pero allí los oficiales españoles eran más numerosos y pudieron capturar a los revolucionarios. Alrededor de 551 personas fueron arrestadas con relación al levantamiento, y 80 se enfermaron y murieron en espera de juicio, relató el historiador Lee Borges.
El Grito de Lares no fue el primer movimiento de liberación política en Puerto Rico, pero fue uno muy significativo en la historia del país. Luego, fueron surgiendo otros intentos de insurrección como el Levantamiento de Ciales en 1898 y el Levantamiento de Jayuya en el 1950.