Por: Paola M. Ortiz Pinto
La periodista de Telemundo Ivette Sosa Guzmán comunicó el pasado miércoles en la Universidad de Puerto Rico (UPR), que el gobierno debe ofrecerle las herramientas a los jefes de agencia para erradicar el hostigamiento laboral.
Sosa Guzmán reveló el pasado 2016 una querella por discrimen en la que una mujer policía acusaba al exalcalde de Guaynabo Héctor O’Neill de violación, agresión, acoso sexual, restricción a la libertad y exposiciones deshonestas; su trabajo culminó en la publicación de su primer libro.
“Yo me di cuenta que los jefes de agencia no saben lo que es hostigamiento sexual cuando cubrí los casos de turismo”, expresó la autora durante una conferencia en el Departamento de Ciencias Sociales del recinto riopedrense.
Según Sosa, el exalcalde tenía un vestíbulo donde ejecutaba las agresiones sexuales, al que llamaban “el palomar”.
“El gobierno tiene que cambiar, y nosotros tenemos que hacer que los gobiernos cambien”, dijo la escritora de ¿Hostigador en serie? Escándalo de Guaynabo City.
No basta con tener una Oficina de La Procuradora de La Mujer para trabajar por las víctimas. Es necesario orientar sobre lo que constituye el hostigamiento laboral. Es un deber de quien nombra al jefe de agencia, dijo Sosa Guzmán.
También, aclaró que el hostigamiento no es un asunto de género y que los hombres también enfrentan este tipo de abusos.
“Dentro del acoso sexual no hay un sexo definido. […] También hay hombres víctimas, simplemente no lo denuncian porque vivimos en una sociedad muy machista”, puntualizó la periodista de Telemundo.
Según relató, las estadísticas del Departamento del Trabajo para el año 2018-2019 revelaron que, de 34 querellas presentadas por hostigamiento laboral, solo 5 eran hombres. Mientras, las cifras del año 2017-2018 fueron mayores, 65 personas se querellaron de este tipo de abuso sexual, de ese número 3 eran varones.
Asimismo, la reportera de Telenoticias narró como uno de sus amigos fue despedido tras no ceder a los acercamientos de su jefa. El hombre, quien era acosado por una supervisora, recibió una nueva oficina y otros beneficios. Tras no ceder ante los acercamientos, fue despedido.
Ante esto es necesario trabajar el machismo antes de hablar del hostigamiento laboral en hombres, apuntó.
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