Por: Víctor M. Rodríguez Bultrón / TW: @VicBlews
Foto: Pulso Estudiantil
La rectora del recinto de Utuado de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Raquel G. Vargas Gómez, catalogó el reclamo del Movimiento Estudiantil para que se retire la demanda a sus portavoces como “una convocatoria a no dialogar”. Esto en una carta abierta enviada a la comunidad estudiantil del recinto.
“Lo importante, en este momento, es el tiempo que he dedicado a ponderar la respuesta oficial que me cursaran en la noche de ayer [lunes], considero que su respuesta está llena de resentimientos y hostilidad. Sentimientos que en nada abonan a establecer diálogos productivos”, afirmó la rectora en la misiva.
Los estudiantes la habían acusado de incumplir con las condiciones del diálogo al demandar a diferentes portavoces del Movimiento Estudiantil. Estos mantienen el recinto cerrado, pues consideran ilegítima la decisión tomada en su última asamblea.
Entre los reclamos estudiantiles, se incluía también una enmienda del listado de funcionarios que serían parte de la propuesta Mesa de Diálogo Multisectorial. Igualmente, se unieron al voto de censura y condena en contra de la rectora —que fue aprobado en la Asamblea Nacional de Docentes, el pasado 5 de mayo.
Vargas Gómez consideró este último reclamo una falta de tolerancia por parte de los estudiantes.
“Si es una mesa multisectorial, todos los sectores deben ser convocados a la misma, aquí se incluye: los estudiantes en paro; los estudiantes que no quieren el paro; personal docente y no docente, y la administración universitaria. Esto es, todos nos tenemos que escuchar porque el paro es de ustedes, pero los problemas que acarrea el paro son de toda la comunidad universitaria”, argumentó la rectora.
Asimismo, la regente del recinto utuadeño destacó su respeto a la libertad de expresión, pero la funcionaria entiende que la potestad absoluta, el cierre del recinto y las expresiones de legitimidad de la huelga no son derechos que le asisten al estudiantado.
Finalmente, la rectora recalcó su disponibilidad para dialogar si, a sus criterios, el diálogo es “justo y razonable para todos”.