“No vuestra compasión, sino vuestra valentía es la que ha salvado hasta ahora a quienes se hallaban en peligro”, dijo una vez Friedrich Nietzsche y puntualizó el documental Filiberto como introducción a la producción que estrenó el 9 de diciembre de 2017.
El largometraje, producido por Freddie Marrero Alfonso y dirigido por Leandro Fabrizi, comparte una mirada hacia la vida del líder independentista Filiberto Ojeda Ríos.
A través de entrevistas con exagentes del FBI, exmiembros de grupos independentistas y socialistas, músicos, familia, y políticos, Marrero Alfonso y Fabrizi invitan a la audiencia a conocer todos los detalles de la vida del reconocido líder nacionalista.
La narrativa de Filiberto inicia con un mensaje del revolucionario sobre el Grito de Lares en el 2005, el año de su asesinato. En este discurso, se recuerda la lucha patriótica de líderes como Ramón Emeterio Betances y Pedro Albizu Campos, quienes el protagonista invita a recordar en su discurso al pueblo.
El carisma, la tonalidad y la pasión expresadas en su voz, produce un efecto conversacional entre la audiencia y Ojeda Ríos. Durante este intercambio, florece el inicio de la historia de un trompetista machetero quien le demostró a los boricuas que tenían la capacidad de luchar.
Filiberto Ojeda Ríos, residente en Hormigueros y nacido en Naguabo en 1933, pasó gran parte de su vida entre la cárcel y el clandestinaje con el fin de concientizar a su país sobre sus derechos internacionales como territorio colonizado.
Marrero Alfonso encarna la historia a través de sus ruinas, visitando desde la casa del líder independentista, una estructura en el campo de Hormigueros pintada de un azul tan claro como el de la bandera independentista, hasta los lugares de los operativos más importantes en la historia de los partidos revolucionarios.
Guiados por las voces de los participantes de la lucha y seguidores de Ojeda Ríos, se explica el impacto que tuvieron diversos grupos de resistencia en el 1970.
Primer encuentro con el discrimen
El también trompetista del grupo musical Plena Happy Hill conoció el discrimen hacia su cultura y su país al transferirse a la ciudad de Nueva York con su madre.
Luego, se mudó a Cuba donde el sudor del machetero pagaba la educación de sus hijas en el 1961. En la Habana, creó amistad con muchos independentistas e incluso contribuyó a la revolución cubana en 1959.
A pesar de la satisfacción de ayudar a liberar a un país, en 1969 llegó a Puerto Rico y vio a un pueblo sin autoestima, sumiso y arruinado por las consecuencias del estatus colonial llamado Estado Libre Asociado.
Creación del MIRA
Dentro del contexto de la Guerra Fría y con un clima de radicalización política, el trompetista impactó al primer gobierno anexionista y reveló a la luz política el Movimiento Independentista Revolucionario en Armas (conocido por sus siglas M.I.R.A.).
El MIRA, a través del partido socialista, conoce a Ojeda Ríos, quien el 11 de diciembre de 1969 toma la estación de radio NotiUno y explota varias estructuras representativas del capitalismo colonial en la isla. No obstante, como resultado de la intervención, lo arrestaron por primera vez en el 1970, momento en el que inicia su vida como clandestino.
Con ayuda de su abogado, el machetero logra confundir a la escolta de policías que lo seguía hacia el cuartel, escapa de las autoridades y se disuelve el MIRA.
Sin embargo, el independentista siguió vinculado a varios grupos que aspiraban a organizar, desde el clandestinaje, fuerzas armadas nacionalistas.
Una historia de amor con la revolución
En este esfuerzo nace el Ejercito Popular Boricua Machetero, grupo que realizó varios operativos destinados a la independencia de Puerto Rico que fueron descritos como actos de terrorismo por periódicos como New York Times, El Vocero y San Juan Star.
El documental menciona operativos tales como Pitirre 1, Sabana Seca, Base Muñíz y Wells Fargo a través de voces como la de Juan Segarra Palmer, exmiembro de la fuerza armada creada por el trompetista.
“Pudimos en la calle constatar el orgullo de los populares y novoprogresistas al celebrar que unos puertorriqueños pudieron atentar contra los Estados Unidos”, expresó el machetero en una escena.
Por otro lado, se compartieron puntos de vista desde la perspectiva legal quienes opinaron sobre las prácticas revolucionarias de Ojeda Ríos.
Rob Kuby, abogado quien participó del juicio de Ojeda Ríos, sostuvo que un país colonizado sí tiene el derecho a buscar su independencia a través de cualquier medida necesaria según la ley internacional.
Por su parte, la abogada Linda Backiel informó en el documental que a Puerto Rico se le había privado de la prerrogativa de combate.
Irlanda y Puerto Rico, hermanos colonizados
Luego de 12 años de documentación, Fabrizi y Marrero Alfonso llevan a la audiencia de la mano y presentan todos los aspectos de la vida revolucionaria del héroe independentista e, incluso, añaden la perspectiva del exprisionero político irlandés Joe Poherty, quien hizo amistad con Ojeda Ríos en la cárcel.
El exmiembro del Ejército Republicano Irlandés ayudó a los prisioneros políticos boricuas y compartió experiencias con el trompetista sobre el colonialismo que ambos conocían en sus países.
El intercambio de historias y el diálogo de la colonización de Irlanda, territorio de Inglaterra desde el 1542, unió a los dos prisioneros y llevó al líder independentista a conocer su próxima representación legal, Richard Harvey.
Harvey, miembro del Comité Descolonizador de las Naciones Unidas, representó al prisionero político y lo logró sacar de la cárcel bajo la condición de otorgarle custodia del nacionalista.
Sin embargo, los agentes del FBI no permitieron que la convivencia en Hartford, Connecticut durase tanto como esperaba el licenciado. Asimismo, Ojeda Ríos, mientras residía en Connecticut, fue acusado por, supuestamente, agredir a un agente de la organización federal en Puerto Rico.
Esta vez, el caso fue orquestado por Filiberto, quien decidió representarse legalmente, disponiendo de sus abogados para asesoría, y ganó nuevamente su libertad.
Asesinato del líder revolucionario
De historia en historia, Marrero Alfonso y Fabrizi rinden homenaje al líder independentista y su esfuerzo por ejercer su derecho a la libertad y educar al pueblo de Puerto Rico.
“Yo proclamo ese derecho y prefiero morir en ese reclamo que morir de rodillas”, afirmó Filiberto Ojeda Ríos sintetizando su lucha.
El día del Grito de Lares, en el 2005, el nacionalista murió frente a su casa en un confronte con la FBI.
La FBI sostuvo que el independentista inició el combate y que ya los esperaba en su casa. Según el jefe de la FBI, Ojeda Ríos salió de su casa armado, protegido con un chaleco a prueba de balas y vestido para atacar.
Sin embargo, otras fuentes sostienen que fue un acto de defensa propia y que el machetero fue asesinado.
Incluso, el gobierno de los Estados Unidos prohibió el acceso a los documentos de su muerte y negó permiso para realizar cualquier tipo de investigación sobre el caso.
De tal manera, el 23 de septiembre de 2005, se escuchó por última vez al trompetista sonar y cantar su grito por la independencia de Borikén.