El colectivo subgraduado también exigió la convalidación de horas contacto en la prepráctica y cambios en la estructura del curso
Por: John Carlo Peguero
Estudiantes de trabajo social del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) denunciaron, a través de un comunicado publicado el 4 de octubre, las condiciones de explotación laboral e injusticia salarial del curso de Práctica Profesional Supervisada (TSOC 4065). Según la misiva, los alumnos no reciben ningún estipendio económico por sus labores que “pocas veces se distancian de las que realizan empleados regulares”.
La estructura del curso, que es requerido para obtener el Bachillerato en Artes en Trabajo Social, exige que los practicantes cumplan con un mínimo de 28.5 horas a la semana, para un total de 400 horas al finalizar el semestre. No obstante, debido a la falta de remuneración, la mayoría de los estudiantes ha tenido que conseguir uno o más trabajos a tiempo parcial o completo para sufragar sus gastos.
“Esto ha generado síntomas de agotamiento y ansiedad generalizada entre el estudiantado, provocando que tengamos que buscar métodos como la medicación farmacológica para regular el sueño y estado de ánimo”, expresaron a través de las redes sociales de la Asociación de Estudiantes de Trabajo Social (AETS), en su primer comunicado abierto. Además, la carta informa que hay estudiantes que sostienen gastos de maternidad y que son cuidadores.
Se presentaron tres reclamos ante la administración del Recinto: la reducción de horas de práctica mediante la acreditación de las 60 horas realizadas como parte de la prepráctica, para un total de 340 horas; un estipendio económico y cambios en los requisitos del curso en cuanto a documentación; y flexibilidad en la entrega de los mismos.
Respuesta de la administración
En una reunión convocada el pasado 12 de septiembre con el Comité de Práctica, la directora del Departamento de Trabajo Social, Gisela Negrón Velázquez, quien estuvo en sustitución de uno de los miembros del cuerpo, mencionó que solicitar la disminución en horas de práctica era “perder un poquito el norte” sobre el deber de los participantes como trabajadores sociales enfocados en los participantes de los respectivos centros.
El Comité de Práctica está compuesto por la coordinadora María Ortiz Rivera; la profesora Nancy Viana Vázquez, como asesora académica; y el profesor Efraín Torres Montalvo, quien no pudo asistir a la reunión.
“Nosotros nunca hemos puesto en cuestión o tratado de traer el issue de que nosotros queremos aprender menos o participar menos en los centros [de práctica], sino que, de nuestras experiencias, queremos que mejore [la práctica] para poder dar un buen servicio a los participantes y tener una experiencia de aprendizaje más completa”, puntualizó el estudiante portavoz Alejandro Cotté Alsina. Por otro lado, los alumnos alegaron que, la semana después de la reunión, el Comité convocó una reunión de facultad a la cual no fueron invitados.
Según Paula Rosa Cintrón, alumna del curso, cuando tuvieron la oportunidad de reunirse con el decanato, se dieron cuenta de que la información brindada por el Comité no concordaba con lo que el estudiantado expresó en la reunión.
“Ese mismo viernes [19 de septiembre] nos presentamos en la Oficina de Asuntos Estudiantiles y solicitamos reunión con el decano auxiliar, Julio Calderón. Él nos atendió y entendió que la situación era apremiante”, explicó Rosa Cintrón. “Las reuniones entre nosotros han seguido, luego sacamos el comunicado abierto que se subió por las redes de la AETS. Básicamente nos hemos dedicado a otros foros porque ya nos dimos cuenta de que no nos quieren resolver y no lo quieren tomar con la urgencia que se requiere”, añadió.
El Departamento de Trabajo Social pautó, vía correo electrónico, responder a sus reclamos el 2 de octubre, sin embargo, los estudiantes no han recibido respuesta.
“Una de las contrapropuestas de la administración ha sido que tomemos préstamos, que nos demos de baja un semestre de la universidad, que ahorremos en el trabajo o qué sé yo, que renunciemos y que vivamos con lo que tengamos porque ellas no van a cambiar el currículo. Esto a mí me parece una desconsideración total, una falta de respeto, una falta de conocimiento de lo que vivimos los estudiantes hoy día”, indicó Cotté Alsina. Además, en sus comunicados oficiales, los alumnos expresaron sentirse invalidados como colectivo y que, en el intento de frenar sus reclamos, se han regado “rumores de pasillo sobre amenazas sin fundamento”.
Reuniones y negociaciones
Hasta ahora, los portavoces estudiantiles se han reunido en tres ocasiones con la administración del decanato, siendo la primera reunión el pasado 28 de septiembre, y la segunda reunión el 13 de octubre. En su tercera y más reciente reunión, convocada el pasado viernes, 27 de octubre, el decanato le comunicó a los estudiantes que la acreditación de las 60 horas de prepráctica no sería posible debido a que, según ellos, el Consejo de Educación en Trabajo Social (CSWE, por sus siglas en inglés) establece que las 400 horas requeridas deben cumplirse en la práctica supervisada.
“La última comunicación que nosotros habíamos tenido de decanato es que ellos iban a hacer el contacto directo con el CSWE. En la reunión, nos dijeron que intentaron llamar, pero no recibieron respuesta ni por teléfono ni por escrito”, informó Rosa Cintrón.
“Ellos dicen que las preprácticas no cuentan como prácticas supervisadas porque no hay un trabajador social con licencia que certifique esas horas. Sin embargo, todos los que hemos cogido esos cursos tenemos una hoja de asistencia, en cada centro, que fueron firmadas por un supervisor que es trabajador social con su número de licencia”, agregó.
“La agencia acreditadora especifica que la experiencia de práctica debe de trabajar con individuo, familia y comunidad. Eso lo hacemos en todas las preprácticas, nosotros trabajamos con individuo, familia y comunidad. Incluso, tenemos intervenciones. […] Todo es cuestión de interpretación de cómo ellos lo están viendo. Claro está, creo que también influye mucho la dirección del Departamento porque prácticamente usan las mismas palabras”, expresó la portavoz estudiantil Marssel Paulino Báez.
Según los alumnos, otra opción ofrecida por el decanato fue dar hasta el día antes del inicio del próximo semestre académico para que los estudiantes con situaciones particulares puedan completar las 400 horas requeridas, sin embargo, esto no beneficiaría a los candidatos a graduación para mayo del 2024.
Sobre el estipendio, al igual que en reuniones anteriores, el decanato respondió que el Recinto no tiene los fondos suficientes para remunerar a los practicantes. Aunque resaltaron que los centros de práctica podían ofrecer un salario, no es una alternativa viable para los portavoces. “Pasar la responsabilidad a estos centros que, de por sí, hacen un esfuerzo para adaptar su trabajo a unos estudiantes que llegan y tienen su proceso de aprendizaje, y nosotros agradecemos eso un montón porque propicia a que crezcamos como profesionales, es un poco insensible”, explicó Rosa Cintrón.
Finalmente, en cuanto a la estructura del curso, el decanato contestó que sería necesaria una revisión curricular, un proceso que podría extenderse bastante. “Ellos [el decanato] lo que nos estaban diciendo es que, primero, esa revisión curricular la tienen que hacer los estudiantes que estén en el comité de revisión curricular del Consejo de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales (CECISO). […] Obviamente, nosotras ya estamos trabajando en eso, en ver cómo se puede manejar. El decanato ya nos dijo que esos procesos se pueden empezar desde ahora, pero no se va a poder resolver este semestre”, señaló Paulino Báez.
La lucha continúa
A pesar del silencio por parte del Comité de Práctica y el Departamento de Trabajo Social, el colectivo subgraduado anunció, el pasado 16 de octubre, que reanudarían la entrega de documentos hacia la administración para continuar sus labores. No obstante, continuarán expresándose públicamente en las redes sociales y otros foros públicos como la página de Facebook de la AETS, donde han subido videos con testimonios de los estudiantes practicantes.
“La determinación la hacemos como gesto de buena voluntad de nuestra parte hacia el decanato de la Facultad de Ciencias Sociales, quienes sí han abierto espacios de diálogo, negociación y acuerdos con nosotres”, puntualizaron en su tercer comunicado abierto.
Desde su primera y última reunión, el Comité de Práctica no ha vuelto a comunicarse con los portavoces estudiantiles en relación al curso. De igual forma, al momento de esta publicación, el Departamento de Trabajo Social no se ha expresado con Pulso Estudiantil en torno a los reclamos del estudiantado de la Práctica Profesional Supervisada.
“Cuando nosotros asumimos como grupo esta cuestión, nosotros sabíamos que hay cosas que no se van a poder resolver en un semestre, y eso estamos claros, como la parte del cambio curricular […] pero esperamos presentar un precedente y que los próximos grupos [de práctica profesional] continúen con las mejores de las condiciones”, culminó Rosa Cintrón.