Por: Pulso Estudiantil
Bajo la dirección del profesor Dean Zayas y celebrando el septuagésimo aniversario del Teatro Rodante Universitario del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), su actual elenco presentó la obra “Las Mujeres Sabias”; del dramaturgo de la comedia francesa Molière. La obra, una crítica de la aristocracia francesa del siglo 17, vista desde la perspectiva de las damas en contra de la corte que compartían una obsesión por la ciencia y la filosofía y a sus maestros, además de capturar la hipocresía de la sociedad existente durante esa época.
Como consecuencia de un sinnúmero de eventos, la presentación, cuya fecha inicial era el pasado 28 de marzo, fue pospuesta por varios meses, lo que causó cambios en su elenco.
Nuestro periodista Alberto Rodríguez se sentó con dos de sus protagonistas y les preguntó sobre este y otros particulares.
– ¿Qué ustedes piensan sobre la obra? ¿Qué es lo más que les gusta?
Cecille Colón (Armande): «Yo pienso que, obviamente, es una obra con una crítica muy fuerte hacia las mujeres. Hay que tener en mente, claro, el período, la época en que se escribió que era un momento donde todo el mundo estaba loco con la inteligencia y querían ser más sabios que todo el mundo y Molière propone que las mujeres deben quedarse en la casa limpiando. Pero, lo lindo de esta obra es la universalidad que tiene que, aunque obviamente, mirando más allá de lo misógino que es el texto, en los momentos que vivimos ahora que somos más inclusivos, me parece que la pieza sí está enfocada a las mujeres, pero puede ser aplicada a todo el mundo; o sea nos creemos que sabemos todo de los libros, pero es mucho más allá de eso y pretendemos ser sabios.»
Neysha Mendoza (Henriette): «Molière en esta época tenía muchos, vamos a decir, enemigos en la escritura, en lo que era la dramaturgia de la época. En el neoclasicismo francés ellos están reescribiendo obras griegas o a la misma vez están viendo piezas de comedia del arte que se están dando en la época y, pues, obviamente tiene sus competidores. Y pues él, dentro de la obra, tú puedes ver ciertos personajes que influyeron en la vida de Móliere y cómo la pelea entre pedantes sobre la literatura. Y claramente se plasma a la misma vez la crítica social de su alrededor, de lo que es la élite, pero a la misma vez de las personas que le rodean en el mundo teatral.»
C: «Lo más que a mí me gusta de esta obra es que la estética es falsa y esto no se presenta casi nunca, y es un momento que nos permite a nosotros tratar de llegar al conocimiento de cómo se montaban las cosas antes que obviamente no es un realismo total donde todo es creíble; es como una caricatura. Y nos da la oportunidad de intentar eso, porque eso no se da en el mundo profesional muy a menudo.»
N: «A mí me gusta ese aspecto que mencionó Cecille, pero a mí me gusta que en la pieza tú ves todo tipo de personaje: el que está en la sociedad alta, el que está de criado, y esos son los arquetipos regulares de lo que es la comedia del arte; que, en realidad te da esa pincelada de lo que es la comedia del arte, pero a la misma vez lo que reescribieron los franceses en esa época.
– ¿Cómo se sienten al actuar como aristocracia francesa del siglo 17? ¿Cómo fue ese proceso y cuáles son los aspectos más difíciles de darle vida a estos personajes?
C: «Es bien divertido porque, tú ves, al menos en mi proceso, tú creces viendo películas de Disney y las princesas y tú siempre quieres ser esto y, aunque a Neysha se le dio la oportunidad de ser la princesa, yo tuve la oportunidad de ser la hermanastra fea. Y yo pienso que eso es bastante rico porque uno está todo el tiempo pendiente y tratando de ser fino, pero a la misma vez tú sabes que tus intenciones no son muy finas. So (sic) es bien divertido.»
N: «Francamente, es súper divertido. Siento que nosotras cada vez que entramos en escena o una vez que nos ponen los vestuarios estamos entrando en otro ambiente, en otra dimensión. Y en realidad nos ayuda a entender claramente cómo es la época y cuán distinto es de nosotros en la actualidad. Cada estudiante va a querer interpretar un papel de la época del neoclasicismo francés o de los griegos; de todas las épocas para poder entender a cabalidad o para poder desarrollar diferentes áreas como actor o actriz y eso es, yo creo, lo más importante que uno se lleva del proceso: el aprendizaje y la diversión.»
– Ustedes tenían pautado empezar en marzo cuando estalló el paro estudiantil y la posterior huelga. Luego, iban a comenzar en las primeras semanas de este semestre y llegaron los huracanes Irma y María. ¿Cómo estos atrasos afectaron el desempeño y el ánimo de ustedes y los otros actores, además de otros aspectos de la obra?
N: «Un montón. Yo diría que hay dos aspectos. Lo podemos ver como algo positivo en cuestión de que pudimos crear un cierto tipo de unión entre el elenco más allá de lo que hubiésemos creado en dos o tres meses. A través del tiempo vimos como muchos de los ánimos de los compañeros bajaban.»
C: «Era la pieza maldita, le llamábamos.»
N: «Sí, la pieza maldita de Molière. Porque él en su época no triunfó al principio y entonces nosotros creíamos que era su espíritu manifestándose.»
C: «Ha sido un problema porque nunca en un ensayo una puerta de esos libros (que componen el escenario) se habían cerrado y en el estreno empezó a cerrarse. Había un fantasma bregando ahí.»
N: «Sí; Definitivamente, el fantasma de Molière ha estado presente en toda esta pieza.»
C: «Hubo cambios de actores, [a] Trissotin lo cambiaron tres veces, han sido tres actores diferentes. Y es problemático porque tú trabajas algo ya con ellos, a punto de estrenar, y de momento te ponen otro actor de la nada y tienes dos semanas para trabajar con él y tratar nuevas propuestas.»
– ¿Qué impacto ustedes piensan que pudiese tener esta en el público que va a ver la obra en estos días?
C: «Yo quisiera que el público se llevase esa conciencia de que en la vida uno no necesita estar diciendo que lo sabe todo y pretendiendo. Nosotros hacemos eso mucho, pretendemos ser quien no somos. Y es ver cómo la honestidad, al final del día, te lleva más lejos.»
N: «Yo considero que el impacto es que veamos la importancia de las artes en el momento más crítico que estamos. Muchas veces, de donde mejor salen obras o piezas, son de los momentos críticos de la sociedad. Y es preciso que, en estos momentos, se haga más teatro, más arte, más poemas; todo lo que implique las humanidades. Y dentro de todo es ver un balance en estos momentos de la vida.»
La obra se presentó en el recinto riopedrense desde el pasado 29 de noviembre hasta el 6 de diciembre.