Entre velas, lágrimas, silencio y un sentido de duelo, decenas de personas recordaron la vida de Neulisa Luciano Ruiz, mejor conocida como Alexa, ayer, jueves, en la torre del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
El cadáver de la mujer transgénero de 29 años fue encontrado a orillas de la carretera PR-165 en Toa Baja el pasado lunes, 24 de febrero, el día de su cumpleaños. Su asesinato evidenció la intolerancia y transfobia que abunda en la isla.
“Al ser una persona trans, tienes que pensar tres veces las cosas que estás haciendo. La población la condenó. […] Nuestras luchas son muchas, son diversas, pero nos tenemos. ¡Qué en paz descanses, Alexa!”, expresó una portavoz de la comunidad trans en Isabela, Marielle De León.
Las personas caminaron con velas y luces por la periferia del recinto hasta la torre para tener un tiempo en silencio y reflexionar sobre la pérdida de Alexa.
La vigilia fue convocada por el profesor de la Escuela de Arquitectura Regner Ramos, quien pretendía rendirle luto junto a aliados de todos los sectores de la comunidad LGBTQ y del país. El ponente reconoció que la voz de la comunidad trans en la isla es importante, y se debe visibilizar más.
“Debemos preguntarnos en qué maneras nuestros espacios físicos oprimen a la comunidad LGBTQ+ en la isla”, puntualizó el profesor.
Antes de la vigilia en memoria de Alexa, decenas de personas de la comunidad conversaron en un espacio íntimo en el que compartieron sus experiencias e inquietudes. El espacio fue propicio para discutir cómo el gobierno, el fanatismo religioso, la prensa y otras instituciones promueven la desinformación, la mofa y el discurso de odio hacia la comunidad trans en Puerto Rico.
“¿Qué hubiera pasado si en la escuela a esos niños le hubieran enseñado que existen personas trans? ¡Que existe diversidad!”, expresó el artista Kriss du Cecille.
Por su parte, la consejera Mariela Santiago, que trabaja desde hace tres años con la comunidad LGBTQ+ en la isla, compartió la frustración y tristeza que sintió por la pérdida de Alexa.
“Alexa tenía problemas emocionales por la transfobia y no por su orientación sexual”, añadió la doctora Santiago.
Por otra parte, la doctora compartió en el evento una carta que escribió en un grupo de apoyo que dirige.
Alexa vivió su verdad
Los participantes de la vigilia reconocieron, en múltiples ocasiones, la fortaleza de Alexa frente a los desafíos e injusticias que tuvo que enfrentar. Asimismo, aseguraron que la vida de la mujer debe ser ejemplo y fuente de unión para no permitir la opresión de nadie.
“Ella escogió vivir su verdad, y lo brutal que es eso. En el sentido más literal, lo bruto. El nivel de brutalidad que uno puede experimentar cuando uno quiere vivir su verdad es algo que te desalienta mucho. Es un ejercicio enorme de transformación interior y empoderamiento que mucha gente no conoce. Y, por eso, cuando veo gente de mi comunidad, yo no veo gente rota o enferma; yo veo gente sumamente empoderada que están buscando su rincón en este mundo”, expresó Jesús M. Pérez Rivera
AMRC