El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (ADHD, por sus siglas en inglés) puede pasar desapercibido en pacientes adolescentes y adultos jóvenes, pues los síntomas generalmente asociados con la condición cambian en las distintas etapas del desarrollo humano.
Es más complejo diagnosticar el desorden en adultos porque “hay que ir hacia atrás” e identificar síntomas de la condición desde los 12 años, aproximadamente, explicó Mario González Torres, psiquiatra con una práctica privada en Dorado.
“La presentación de los síntomas cambia [con la edad]. […] En la adultez temprana es más inatención, desorganización, dejar las cosas para lo último, [tener problemas] organizando el cuarto para estudiar en educación a distancia. La hiperactividad [se muestra al utilizar] lápices y bolígrafos para jugar, no quedarse quieto en la silla, inquietud de que hay que hacer algo en todo momento, pero queremos hacer cosas y no somos eficientes en ellas”, ejemplificó el doctor.
Los pacientes de ADHD, también pueden padecer de otros trastornos como ansiedad y depresión. Asimismo, pueden verse afectados en otras áreas de su vida, además del ámbito académico, como en el trabajo y las relaciones de pareja, con familiares y amistades, explicó González Torres.
Los retos principales se relacionan con que no llegan al potencial. “No tiene que ver con inteligencia; es la capacidad de organización”, abundó el médico, explicando que la condición no afecta las capacidades de las personas.
¿Qué es el ADHD?
El ADHD es una condición neuropsiquiátrica que se presenta por carácter de inatención, hiperactividad e impulsividad, según González Torres.
Parte de los síntomas que llevan a los universitarios a pensar que pueden tener ADHD son problemas para atender a sus profesores en las clases, el distraerse constantemente, perder sus cosas, problemas de organización y dificultad para medir el tiempo, razón por la que tienden a atrasarse en sus tareas.
ADHD y clases “online”
Debido a la pandemia del COVID-19, las clases tanto a nivel superior como en universidad se están brindando en modalidades a distancia. González Torres notó que las clases en línea afectan el rendimiento de los estudiantes con ADHD.
“Mi experiencia en la pandemia es que si tienes ADHD y no estás tratado la educación a distancia es más compleja. Se ha combinado con mucha ansiedad. He tenido muchos, muchos casos de adolescentes y universitarios. Se les hace mucho más difícil”, puntualizó.
Los retos particulares de los estudiantes con esta condición se deben a que no tienen la misma estructura para estudiar en sus hogares que la que existe en los salones de clases. Es más fácil distraerse.
Qué hacer si piensa que padece de ADHD
Para diagnosticar a un paciente, un psicólogo o psiquiatra hace un historial de la persona, identificando en qué maneras se han presentado los síntomas del trastorno a través de la vida del paciente.
El psiquiatra instó a que, toda persona que piensa que padece ADHD, trate de “entender los posibles síntomas y ver cómo les afectan en su día a día”. Además, resaltó la importancia de buscar una evaluación psiquiátrica o psicológica, para diagnosticarle y brindarle tratamiento, de ser necesario.
“No teman en buscar ayuda. Un reto de la psiquiatría es que hay muchos estigmas […] que no se atreven a buscar ayuda por el “qué dirán” o porque se les hace difícil aceptar que tienen una condición”, aconsejó.
Una de las causas de ADHD es un desbalance químico en el cerebro. Por esta razón, los tratamientos principales utilizados para ayudar con los síntomas de la condición son medicinas que promueven la regulación de los neurotransmisores, pero el procedimiento varía dependiendo del análisis que realice un profesional de la salud.
“El tratamiento a largo plazo puede ayudar [a que las personas tengan] mayor estabilidad en el trabajo y en las relaciones interpersonales. A veces, las personas que no tratan su ADHD ganan menos dinero que las personas que se tratan”, puntualizó el médico.
El doctor proveyó un cuestionario diseñado para adultos jóvenes que consideran que pueden tener ADHD. No sustituye una evaluación médica, pero es un primer paso que pueden dar antes de buscar ayuda profesional.