Myrna Conty Hernández era la presidenta de la asociación de su comunidad cuando comenzó su rol en la lucha por el medioambiente hace más de 30 años. En ese momento, luchó en contra de un proyecto de vivienda, de altos recursos, que iba a impactar unos cuerpos de agua aledaños. Conty Hernández, junto a tres compañeras de su Junta de Directoras, sacó una cita con el proponente y, cuando se sentaron, lo primero que les preguntó fue: “¿Los hombres dónde están?”.
“No me intimidó. Pensé, sin son unos prejuiciados con las mujeres, que se fastidien”, declaró la ambientalista quien es presidenta de Amigos del Río Guaynabo.
Conty Hernández, quien también es la coordinadora de la Coalición de Organizaciones Anti-Incineración, reconoce que su nivel de experiencia le ganó un lugar como voz experta en las discusiones sobre el medioambiente. No obstante, denunció que no le prestan atención cuando va a cabildear en la Legislatura, donde la mayoría son hombres.
La ambientalista narró un evento que vivió, este año, cuando fue junto a dos compañeras y un compañero para reunirse con el legislador del Partido Popular Democrático (PPD) Javier A. Aponte Dalmau, portavoz de la mayoría. “Nos miró y solamente le habló al varón, ni nos preguntó a nosotras. Tú ves que te mira con esa inferioridad”, compartió.
Según la directora de Amigxs del Mar, Vanessa Uriarte Centeno, los hombres son quienes se centran visiblemente en los poderes de liderato a pesar de que las mujeres son el ente consistente en la lucha. Un artículo de la página Para la Naturaleza establece que las mujeres componen una gran parte de la fuerza laboral, si no la mayoría, en las organizaciones no gubernamentales dedicadas a la conservación de la naturaleza.
“Aunque (los hombres) no necesariamente estén en el espacio de construir o en las luchas de sostener, asumen los roles protagónicos al momento de ser portavoces o capturar la atención de las masas. Es una contradicción completamente absurda”, añadió Uriarte Centeno.
Uriarte Centeno destacó que hay desigualdad en los mecanismos de lucha debido a que las mujeres tienen que articular espacios de resistencia mientras asumen las consecuencias por ser una clase social empobrecida y violentada. Las mujeres sufren una repercusión más directa de la degradación del medioambiente según un artículo de TODAS.
De acuerdo con el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico, los hogares con jefas de familia representan el 42 por ciento de todos los hogares en Puerto Rico. De estos hogares, cuyas jefas son mujeres, el 57 por ciento está bajo el índice de pobreza. Asimismo, el 46 por ciento de las mujeres en la isla, para el 2019, estaban bajo el nivel de pobreza.
“Asumimos ese cuidado de la vida como una trinchera de lucha que nos permite construir otras transversalidades que nos ayuden a tejer esos caminos que queremos para la vida que merecemos. No porque sea una condición implícita de que por ser mujeres nos toca a nosotras”, detalló.
La directora de Amigxs del Mar compartió una conversación que tuvo con unas amigas en la que discutieron que, probablemente, no estaban casadas o no tienen hijos porque le dedican tiempo en exceso a la lucha ambiental.
“Yo puedo escoger. Llevo diez años en esto. Entendí que este es mi lugar, pero hay otra gente que no puede escoger. Tenemos otros planes, pero el trabajo es tanto que quizás consume otras áreas porque el sistema no está diseñado para esto. Cuando tú asumes la lucha ambiental, es luchar contra todo el sistema antivida, antihumano y antinaturaleza”, apuntó.
Uriarte Centeno explicó que, en el caso de Puerto Rico, las mujeres no se consideran una amenaza política, como puede ser en países latinoamericanos donde son constantemente asesinadas. Según los hallazgos del informe de Global Witness, más de una de cada diez personas defensoras asesinadas en 2020 eran mujeres.
Sin embargo, reveló que el desdén de la prensa, el constante cuestionamiento y la minimización de sus opiniones son manifestaciones de violencia de género a las que se enfrentan las mujeres portavoces o líderes.
“Siempre está ese sesgo para minimizar nuestros reclamos. Cuando no encuentran por donde atacarnos, nos atacan por nuestras vidas privadas o espacios personales. Creo que esas son las manifestaciones más violentas”, especificó.
La ambientalista Ela Cruz Nazario, quien participa activamente en procesos de conservación de aves, ecosistemas y el humedal Caño Tiburones, enfatizó que, aunque hay grupos ambientales que han evolucionado y aceptado la diversidad, no siempre fue así.
“Históricamente, las organizaciones ambientales han estado lideradas por hombres. Este “status quo” hizo que el rol de las mujeres fuera trabajando como secretarias o las que participaban eran las esposas o acompañantes de esos hombres. No se veía un rol tan activo de las mujeres tomando decisiones de política pública”, expuso.
Abundó que, aproximadamente hace 15 años, se excluía a las mujeres por ser mujeres. Comentó que se limitaba la participación de la mujer en la lucha a aportar el lado sensible de la campaña, la emoción y la maternidad. “Esas son formas pasivas de aislar a las mujeres o
minimizar su papel en roles de liderazgo”, señaló la ambientalista quien es miembro de la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, organización de la que fue vicepresidenta hasta el año pasado.
Cruz Nazario entiende que es más difícil cabildear por los derechos de la naturaleza siendo mujer “porque la sociedad te impone unas cargas que son difíciles. Hay unas cosas
culturales que están arraigadas. Es quitar esta culpa de que estoy en la calle haciendo lo que tengo que hacer, pero no estoy en mi casa y mi hijo está en casa. Es constantemente, recordarnos que esto también es nuestra responsabilidad. Mi hijo tiene que aprender que esta es mi responsabilidad”.
La activista afirmó que la participación de las mujeres en las organizaciones ambientales es “abrumadora y favorable”; no obstante, reconoció que aún hay una brecha de género que atender.
“Hemos avanzado mucho, pero todavía hay mucho camino que recorrer. Ha tomado muchas faldas bien puestas para pararse en sus lugares y levantar su voz”, aseveró.