Por: Bianca Camacho Aponte
Cada 24 de octubre, se conmemora el Día Internacional contra el Cambio Climático para concientizar sobre los efectos de la negligencia ambiental, la cual ha afectado las costas y vida marina.
Las modificaciones graduales, en temperatura y patrones climáticos a nivel global, ocurren de manera natural, pero han sido aceleradas por las emisiones de gas, resultado de la quema de combustibles fósiles, según la coalición Acción por el Clima de las Naciones Unidas. Las emisiones de dióxido de carbono crean el efecto invernadero, el cual eleva las temperaturas y calienta los mares.
El Dr. Carlos Padín Bibolini, director del programa de Ciencias Ambientales en la Universidad Ana G. Méndez (UAGM), Recinto de Gurabo, indicó que el calentamiento global desencadena una red de estresores que incrementan el consumo de energía, lo que agravia la emisión de gases. Además de la temperatura, el calentamiento global afecta los patrones de lluvia, el nivel del mar y la biodiversidad, según el profesor.
“El cambio climático ya es un hecho evidente”, expresó Padín, y añadió que aún hay maneras de desacelerar el proceso de calentamiento si reducimos nuestra huella de carbono.
7 Quillas
La organización sin fines de lucro y de base comunitaria, 7 Quillas se ha dedicado a educar sobre las amenazas del calentamiento global y del impacto de los seres humanos en las especies de tortugas marinas que anidan en el litoral costero de San Juan. La organización, que lleva más de una década, es una de 12, en el archipiélago de Puerto Rico, que, además de cuidar la vida marina, mantienen nuestras costas saludables, y concientizan a la población.
Se reúnen cada segundo sábado de mes, al final de la calle Santa Ana en Ocean Park, para limpiar la costa e integrar a la comunidad, generalmente juvenil, en este esfuerzo.
El cambio climático crea un desbalance en el ecosistema, según la integrante de la Junta de Directores de 7 Quillas, Karen Schneck Malaret. La anidación del tinglar, la tortuga marina más grande del mundo, es un aspecto que se ha trastocado por la erosión y la temperatura de la arena, indicó la experta. También, advirtió que el nivel del mar ha subido el nivel de saturación de agua subterránea en la costa conocido como el nivel freático. Los nidos de tinglar generalmente tienen 3 pies de profundidad, por esto están propensos a llenarse de agua si el nivel freático está más cerca de la superficie, según Schneck Malaret.
Aparte, “La temperatura afecta el nido, mientras más caliente la arena más hembras salen, pero, si está más frío, pues más machos salen” dijo Schneck Malaret. Añadió que, al estar todo más caliente, el desbalance entre hembras y machos puede llegar a niveles catastróficos, en el que no haya suficientes machos para la reproducción de esta especie.
Los erizos de mar, muy sensibles a los cambios de temperatura, también se han visto afectados por el calentamiento global, según Padín Bibolini. Añadió que la disminución en población de erizos afecta a los arrecifes de coral porque dependen de los erizos para que se coman las algas marinas, y así no tener que competir por el suelo marino, según Corales del Este. Aparte, el calentamiento de las aguas es detrimental para la salud de los arrecifes. Schneck Malaret coincidió con Padín Bibolini en la importancia de los arrecifes de coral en el ecosistema marino ya que sirven de hábitat para mucha vida.
“Si el mar no está saludable, la Tierra no está saludable. Es nuestra responsabilidad educarnos, y crear conciencia en nuestras comunidades” dijo Schneck Malaret.
Interesados en ser voluntarios, para la temporada de 2025, pueden escribir a [email protected].