El pasado domingo, 19 de septiembre en el Colegio de Abogados y Abogadas se develó la obra “Consuelo (Las manos de Andrea)” de Antonio Martorell para exigir justicia y transparencia ante el feminicidio de Andrea Ruiz Costas.
El retrato, pintado sobre una vieja alfombra que decoraba el suelo del taller, captura a Consuelo, la hermana de Martorell, con sus manos posadas sobre su vientre embarazado.
El artista destacó que realizó la obra para recordar la cara de su hermana después que ella falleció de Alzheimer. Sin embargo, incapaz de dibujar manos de memoria, Martorell acudió a un amigo para que le buscara una modelo. Ruiz Costas respondió a su petición y compartieron una hora en el taller. Videos publicados en El Nuevo Día capturaron el encuentro.
El maestro Martorell explicó que “Consuelo (Las manos de Andrea)” tomó un nuevo significado cuando, un año después de que sus manos quedaron inmortalizadas, Ruiz Costas fue asesinada en abril en un incidente de violencia de género.
“El hecho de que la primera muestra en público de este Consuelo, guiado por las manos de Andrea, sea en este Colegio que aboga por nuestros derechos es significativo de que, si el arte muestra la evidencia del crimen y la necesidad de justicia, nos toca a todos, togados o no, el defender la vida, sobre todo de los más vulnerables. Y esos siguen siendo las mujeres, muy a nuestro pesar, en esta Isla, frustrado proyecto de país”, reflexionó Martorell.
La expareja y agresor de Ruiz Costas, Miguel Ocasio Santiago, tenía antecedentes penales por la Ley para la Prevención e Intervención con la Violencia Doméstica (Ley 54). La fiscalía no contaba con esta información debido a que Ocasio Santiago participó de un programa de desvío.
Ruiz Costas pidió una orden de protección un mes antes de ser asesinada, pero la jueza Ingrid Alvarado Rodríguez desestimó los cargos de Ley 54 y le denegó la orden de protección. El Tribunal Supremo de Puerto Rico no permitió la divulgación de las grabaciones de las vistas judiciales.
Para revocar esta determinación se formó la Alianza Pro Transparencia (APT), un junte entre el Overseas Press Club (OPC) y la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (Asppro) que busca llevar el caso de las grabaciones al Tribunal Supremo de Estados Unidos.
“No hay justificación para no saber qué sucedió en esa sala. La fiscalización no es selectiva. Todo funcionario o funcionaria cuyas actuaciones estén sufragadas con fondos públicos debe estar bajo el escrutinio de quien le paga, que es el pueblo”, puntualizó Damaris Suárez Lugo, presidenta de la Asppro.
La familia de Ruiz Costas también estuvo presente durante el develamiento, y se les entregó una reproducción del cuadro. Agradecieron el apoyo que han recibido por la prensa y el público y, a su vez, reclamaron acción gubernamental ante la crisis de violencia de género.
“No permitamos que más familias puertorriqueñas sean devastadas por este tipo de crimen. Necesitamos transparencia, tenemos derecho a saber. Andrea es hoy símbolo de toda mujer que, aún sintiendo miedo, miedo por su vida y por su seguridad, se levanta valiente para pedirle ayuda al estado. No permitamos que su muerte sea en vano”, expresó Alexandra Ruiz Costas, hermana de Andrea.
La actividad finalizó con una presentación de la versión puertorriqueña de “Canción Sin Miedo” por Las Barrileras del 8M.
La APT acepta donativos para su campaña “Peso a Peso Pal’ Supremo Federal” a través de PayPal a info@alianzaprotransparencia.