“La huelga es una expresión total del disgusto y del enojo que tienen los estudiantes con cómo nos están tratando…”, aseguró el estudiante de biología de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPRRP), Adrián José Rivera López.
El sonido de la emblemática campana de la Torre de la UPRRP era lo único que se escuchaba en la mañana del pasado jueves en el recinto.
Estudiantes salían de sus casetas de acampar y se sentaban en el piso o en sillas de playa a hablar. Otros, abrían y cerraban un portón para dejar entrar a más personas.
El 3 de noviembre cambió el panorama del semestre cuando en la Asamblea General de Estudiantes de la UPRRP se decretó una huelga indefinida en rechazo a la Ley 53-2021 o la Ley para Ponerle Fin a la Quiebra de Puerto Rico (anteriormente el Proyecto de la Cámara 1003). Esta ley establece un presupuesto de $500 millones anuales para la UPR hasta el 2027, cantidad catalogada como insuficiente por Rivera López.
“(La UPR) va a recibir un presupuesto que no es apto para poder mantener la calidad. Va a ser mucho menos accesible, ya de por sí es sumamente caro poder estudiar aquí…”, señaló el estudiante de la Facultad de Ciencias Naturales.
El estudiantado del recinto de Río Piedras se opone a los recortes presupuestarios y reclaman, entre otras cosas, un aumento en cursos presenciales, espacios de estudio en el recinto disponibles las 24 horas del día, opciones de vivienda y apoyo al Proyecto del Senado 172 (P. S. 172) que impulsa una reforma universitaria.
Como parte de la huelga, los estudiantes bloquearon el acceso a los portones del recinto paralizando las labores académicas y administrativas. Aunque el rector del recinto, Luis A. Ferrao Delgado, expresó que las labores deben continuar a distancia, los alumnos han dejado claro que la huelga acabará cuando se cumplan sus reclamos. Mientras tanto, los portones estarán cerrados, pero permitiendo el acceso al recinto a los investigadores, así como a estudiantes atletas, bailarines y porristas para que puedan entrenar.
Rivera López, es uno de los estudiantes que, por su trabajo como investigador, ha tenido que entrar al recinto durante la huelga, pero, cuando termina, se une a los demás estudiantes frente a los portones que están llenos de carteles con mensajes como “No aguantamos más…No a la Ley 53”, “Exigimos la restitución del presupuesto”, “Cero recortes, más educación”, “Retomemos la UPR”, “Accesible, presencial y de calidad. No a la Ley 53”.
El joven destacó que las investigaciones que se están realizando en el recinto riopedrense también pueden verse afectadas por los recortes presupuestarios de la institución, ya que son trabajos que se realizan con fondos federales.
“Muchas facetas de la universidad se quedan en la sombra, pero son igual de importantes. Todas esas investigaciones, todos esos estudiantes graduados que están trabajando ahí, se van a ver afectados también si se llega a dar ese Plan de Ajuste de la Deuda. Son trabajos sumamente importantes, ellos llevan una vida entregándolo todo en esos laboratorios, saliendo a veces igual de tarde que las personas que están en los portones, entrando igual de temprano que ellos. Pienso que el haber tenido experiencia en ambos bandos me permite tener un nivel de motivación para estar en los portones porque, no solamente todos los reclamos son válidos, también tengo la perspectiva de los que están investigando”, mencionó Rivera López quien, desde que comenzó la huelga, ha dicho presente.
El estudiante de biología está en su cuarto y último año de bachillerato, pero es la primera vez que participa de una huelga. Sin embargo, su compromiso queda claro, pues, en ocasiones, llega a la universidad a las 4:00 a.m. para ir al laboratorio por unas horas, y el resto del día participa de la huelga.
“(Su experiencia) Ha sido sumamente buena. Pienso que la persona que esté interesada en ayudar no necesariamente tiene que estar en los portones, pero sí mantenerse informado, informar a otras personas y participar de las decisiones que se toman. Eso es importante”, afirmó el estudiante.
En un pasado, la UPR se destacaba por ofrecer una educación accesible y un alto rendimiento académico. Sin embargo, al pasar de los años, la institución ha sido amenazada por recortes presupuestarios lo que ha llevado a los estudiantes a tomar el futuro de la Universidad en sus manos.
“(La UPR) brinda muchas oportunidades a estudiantes que no pueden optar por una educación en universidades privadas. Es una educación de calidad que puede subir mucho su nivel si el Gobierno nos diera los recursos para hacerlo. En este punto, no se trata de conformarnos con lo que nos dan, porque nos están avisando que nos van a quitar más”, expresó Rivera López.
“Nos quieren quitar la educación. Nosotros como puertorriqueños somos una comunidad que sabemos lo que es sufrir, y llevamos años sufriendo múltiples cosas, ya sean fenómenos naturales o la corrupción de nuestro gobierno. Pienso que ha sido tan recurrente que se podría decir que hasta cierto punto ya no nos sorprende”, añadió el estudiante.
A pesar de los comentarios sobre el riesgo de perder el semestre por la huelga y que ha sido un periodo irregular por la pandemia del Covid-19, el estudiante confesó que no tiene miedo porque el semestre se terminará en línea.
“Puedo entender que hay personas que no están de acuerdo (con la huelga), pero me gustaría decirles que todo esto se está haciendo no porque sí, no porque nos dé la gana de cerrar, porque ese nunca ha sido el caso. Es por tener una forma directa de luchar y de dejarle saber a las personas que están tomando estas decisiones desastrosas para nosotros, dejarles saber que no estamos de acuerdo…”, concluyó Rivera López.