Desde el toque de queda por COVID-19 en marzo de 2020, la organización Casa Protegida Julia de Burgos ha recibido a 397 personas sobrevivientes de violencia doméstica y menores que incluyen, entre estas, 40 mujeres víctimas de violencia sexual conyugal.
Asimismo, el primer albergue para sobrevivientes de violencia doméstica en Puerto Rico, fundado en el 1979, en el mes contra la Violencia Sexual decidió señalar la cantidad de personas recibidas por el contexto del estado de emergencia por violencia de género en el país.
A su vez, la directora ejecutiva del refugio, Coraly León Morales, describió dentro de sus facilidades se les ofrece a las mujeres espacios donde pueden verbalizar sus agresiones sexuales junto a otras sobrevivientes o en evaluaciones médicas.
De manera similar, añadió que la organización orienta legalmente a las personas que acuden al mismo. Así, de querer realizar un proceso legal, estar preparadas y educadas para ejercerlo.
Según León Morales, en 2020 el 50% de las participantes del Programa de Mujeres Residentes (albergue) presentaron condiciones o trastornos de salud mental. Por esto, la organización garantiza servicios psiquiátricos.
Incluso, hizo hincapié en que desde principios del 2020, luego de los terremotos y la pandemia, los servicios de albergue, consejería, psicológicos, psiquiátricos, trabajo social, manejo de casos legales, educativos y de prevención, se han mantenido sin interrupciones.
Sin embargo, mencionó que el personal tuvo que desarrollar nuevos protocolos de seguridad para poder garantizar todos los servicios a las sobrevivientes a pesar de la pandemia
“Cuando empezó el toque de queda, dejamos de recibir llamadas, y eso nos puso en una posición de movernos para dejar saber que el país estaba paralizado, pero los servicios para las sobrevivientes, no. Tuvimos también que movernos a la virtualidad para la prevención y educación”, señaló la directora ejecutiva al subrayar el aumento en casos de violencia doméstica y femicidios.
Mientras, la presidenta de la Junta Directiva de Casa Protegida Julia de Burgos, la licenciada Olga López Báez aseguró que la Rama Judicial fue el sector gubernamental que mejor respondió para proteger a las víctimas de violencia durante la pandemia. Detalló que se le extendió ayuda a incluso mujeres que vivían con sus agresores.
Casa Protegida Julia de Burgos cuenta con dos centros de servicios en Ponce y Aguadilla. Además, cuentan con una línea de orientación legal (939-301-0526) de martes a jueves, de 4:00 p.m. a 7:00 p.m. Para orientación sobre los servicios, puede llamar al (787) 723-3500 y (787) 548-5290.