La experiencia universitaria hace mucho no es la misma. La pandemia del Covid-19 ha modificado todas las formas de relacionarse. Voces sin rostros llenan el espacio virtual que antes solía llamarse “salón”. Luego de año y medio, por fin esas voces tomaron forma para encontrarse en la tarde del 7 de octubre en el concierto Back To IUPI de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras.
Cordeles de luces iluminaban el espacio frente a la conocida torre del recinto riopedrense. El patio se transformó en un festival: mercado de artesanías, ropa, mercancía de la universidad y puestos de entretenimiento y comida. Abundaba el olor a grasa de las carnes de una tripleta y de papas locas. Las filas eran largas, entre espectadores que solo iban a mirar, pero terminaron comprando dos o tres cosas, y los que ya sabían en lo que iban a gastar su dinero. El ambiente era como en las fiestas patronales que celebran los municipios. Se percibían los ánimos de solidaridad entre las personas que se dieron cita.
Llegaron estudiantes de primer año, esos que nunca habían visitado el recinto. Otros, se acercaban con el recuerdo de la última vez que estuvieron allí. Todos se veían igual, pantalones cortos, camisas sencillas y zapatos altos. Unos alumnos repartían hojas informativas convocando al estudiantado a un pleno estudiantil el 12 de octubre. “Vamos pal’ pleno” exhortaban. La convocatoria se alzaba con el compromiso de todo estudiante al pisar la única universidad pública del país: defenderla. “Sin la UPR no estaríamos aquí hoy en primer lugar”, anunció un estudiante mientras distribuía hojas a quienes se cruzaban en su camino.
A las 6:30 de la noche, el sol ya estaba oculto. El resplandor del juego de luces de la tarima acompañaba a las personas a donde quiera que iban. El presentador anunció la pronta participación de Los Rivera Destino y PJ Sin Suela. Cerca de la tarima llovían los abrazos y los gritos de amistades que no se encontraban desde hace mucho tiempo. En la grama habían grupos sentados, listos para un picnic bajo las estrellas. El baile no faltó en el evento. Hubo todo tipo de pasos, unos más diestros que otros, pero iguales en el intento de moverse al son de la salsa, la bachata y el merengue liderado por el Dj en el escenario.
Al ritmo de “Viajo sin ver” pasodoble al estilo flamenco español, Los Rivera Destino dieron comienzo a su presentación mientras la multitud los recibía entre gritos. Comienza a llover, pero nadie se retira. En su participación, el trío musical narró cómo los pasillos del Recinto de Río Piedras de la UPR fueron unos de sus primeros públicos. La conexión entre la audiencia y los artistas en tarima era fuerte. Los teléfonos brillaban por su ausencia. En aquel momento solo existían las personas, la música y los movimientos de los cuerpos respondiendo al compás de las melodías.
Los Rivera Destino entonaron algunas de sus canciones como “Te Boté” versión bolero, “Flor”, y “Mis Amigos”. Para cerrar, el grupo cantó “El olvidadizo” entre brincos y lloviznas. “Otra, otra, otra”, insistían. El trío egresado de la IUPI complació a la gente con otros dos sencillos.
Rozando las 8:18 de la noche anunciaron que el evento se llenó a capacidad. La universidad desde hace mucho no recibía la visita de 2 mil personas en un mismo espacio. Pocos minutos después, un grupo de estudiantes de la Juventud del Partido Independentista Puertorriqueño subió a la tarima con una pancarta que decía “Retomemos la UPR”, en contra del Plan de Ajuste de la Deuda.
“La situación de la universidad está tan crítica que le temen a lo que somos capaces cuando nos unimos”, denunciaba la portavoz del grupo entre gritos y aplausos. Al momento de extender la invitación al pleno, a la portavoz le apagaron el micrófono. “¡Pleno, pleno, pleno! ¡Somos más y no tenemos miedo!”, aseguraron.
Las consignas de la multitud fueron la antesala de la presentación de PJ Sin Suela, quien tenía a su cargo el cierre del evento. Comenzó su participación con su reciente sencillo “Madrid”. El artista compartió el sentido de lucha con la canción “RePResentando”. “Es triste ver a tantos en Estados Unidos cuando por culpa de ellos aquí nos dividimos, que si yo quiero estado, el otro la libertad y no es nuestra decisión pa’ decirte la verdad”, cantaba.
A PJ Sin Suela lo acompañó en tarima Gomba Jahbari y jóvenes del público que interpretaron sus canciones junto a él. El rapero se lanzó al público durante uno de sus números musicales y los estudiantes aprovecharon para saltar y cantar a todo pulmón como si fuera la última noche.
El concierto finalizó y poco a poco las personas se fueron marchando. El clima era claro. La exhortación fue concreta y la energía evidente. En esa noche las mascarillas, el calor y la lluvia no fueron problema. Lo que unía a quienes se encontraron allí era más fuerte: la celebración, la resistencia y la lucha por una universidad pública, de calidad y accesible.