La directora del Programa de Educación Continua para Adultos (PECA), Yvonne Denis Rosario, destacó que el programa educativo no recibe la atención adecuada de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras (UPRRP), a pesar de ser una oportunidad transformadora para los participantes y de ser un activo único de la institución.
Denis Rosario, quien es administradora del PECA desde el 2015, resaltó que el programa avanzado carece de apoyo institucional para que adultos ingresen a la universidad.
«No le hemos sacado el provecho. La UPRRP no le ha sacado el provecho a este programa y necesita más recursos», puntualizó la profesional.
El PECA tiene beneficios como otorgar la oportunidad de estudios, en la UPRRP, a los adultos que solo tienen su cuarto año de escuela superior, entre otras oportunidades de crecimiento profesional.
Sin embargo, la profesora añadió que, a nivel sistémico e institucional, la UPRRP carece de una aceptación de adultos con aspiraciones de estudiar. La universidad no ha abierto las puertas para atender a una población que es, en su mayoría, de personas en edad avanzada, según Denis Rosario.
“Hay un asunto de que hay más adultos que se jubilan y deciden estudiar otra profesión. Siempre quisieron estudiar en la IUPI y no pudieron y esto es una oportunidad para muchos de ellos”, señaló.
Por otro lado, la administradora aseguró que no se ha brindado un enfoque al programa en el que se pueda ayudar a poblaciones marginadas; está accesible, pero se desconoce de la oportunidad.
«Es un sueño que puede ser realidad y que todavía no se sabe lo real que puede ser justamente entrar a la UPR porque lo ven como inaccesible», abundó.
Reiteró que el PECA solo existe en la IUPI, por lo tanto, la universidad debe de reconocer el alcance del activo para aumentar los recursos, las ofertas académicas y el personal esencial para su funcionamiento.
Ante la llegada de la COVID-19
Los efectos de la pandemia provocaron una diferencia sustancial entre las solicitudes de este año, comparado con las anteriores. El College Board, un examen de admisión universitaria, es uno de los requisitos para entrar al programa. Sin embargo, la pandemia provocó que los estudiantes no pudieran realizar el examen, por lo que representó un obstáculo en las solicitudes de ingreso al programa, según Denis Rosario.
En este caso, el College Board, usualmente, se usa para determinar en qué nivel de inglés o español se debe acomodar al estudiante en las clases. La profesora explicó que el programa subsana eso debido a que, al principio del curso, PECA les provee pruebas al alumnado con las que el docente puede determinar este criterio. Por tal razón, Denis Rosario definió el proceso como “inoficioso” para el estudiantado.
El consejo de estudiantes del PECA solicitó la revisión de la normativa de eliminar la prueba como requisito; el asunto está pendiente ante la presidencia y el senado académico de Río Piedras.
Por otro lado, el cierre de las escuelas y la falta de servicio del Departamento de Educación ha obstaculizado el acceso a documentos, como un diploma de cuarto año, necesarios para la solicitud, sostuvo Denis Rosario.
Tomando en consideración estos factores, la directora decidió, en conjunto con el decano de la Facultad de Estudios Generales, Carlos Sánchez, extender la fecha de solicitud hasta el 30 de abril.
Desde su experiencia personal
Alina Peña Matos, estudiante de la facultad de Ciencias Sociales y el departamento de Trabajo Social de la UPRRP, comentó que participantes activos del PECA se tuvieron que dar de baja del programa, debido a que “no tenían el control o dominio completo de […] las clases en línea”.
La alumna, que participó del PECA en el 2017, señaló que la universidad debe buscar acomodos para los estudiantes entrando al sistema para facilitar el proceso de estudio.
Asimismo, mencionó que PECA debe tener más apoyo y promoción debido a que nadie en su facultad conocía del programa hasta que ella les habló del mismo.
Peña Matos enfatizó en la importancia del activo porque, desde su experiencia personal, entendió el impacto trascendental del programa en adultos. La inmigrante dominicana llegó a Puerto Rico y, debido a que solo tenía un tercer grado aprobado, comenzó a cursar el cuarto grado a sus 14 años. Posteriormente, se graduó de noveno grado, a los 18 años, y no pudo cursar la escuela superior porque estaba sobre la edad permitida. A los 19 años, tuvo su primer hijo y escogió entre pagar el cuido o sus estudios, por lo que decidió trabajar por no tener posibilidades de educarse. Actualmente, lleva 18 años trabajando como conserje dentro del Departamento de Educación (DE).
En el 2017, Alina conversó con una trabajadora social de la UPRRP que estaba realizando su prepráctica en la escuela en la que ella trabajaba. Durante la conversación, reveló que su sueño es estudiar en la IUPI y la trabajadora social le habló sobre el PECA.
A pesar de no cumplir con el promedio para entrar al programa, la administración le dio un voto de confianza y fue aceptada. Ahora, la mujer de 45 años, quien no tuvo una base intelectual primaria, se graduará en mayo de 2022 y tiene planes de hacer una maestría, además de ejercer como trabajadora social.
«PECA, para mí, es la llave de mis sueños; es la escalera porque he ido subiendo cada escalón hasta alcanzar mi meta; es el puente que me enlazó con lo que es el conocimiento», aseguró Peña Matos.
Para ella, el programa fue un estallido de esperanza y renacer que la hizo libre a través de la educación.
Entre los ofrecimientos del activo están los servicios de tutoría, la asistencia al estudiantado durante el proceso de admisión, la enseñanza del uso de Moodle, Word y manejo de computadoras, y el apoyo para solicitar la beca y realizar la matrícula. Asimismo, el programa realiza sus cursos nocturnos tomando en consideración que los participantes son adultos que trabajan durante el día.