Para Alexis Massol González la juventud no tiene edad, por eso, él “no cuenta sus años, sino que cuenta los sueños”. De tal manera, ha podido permanecer joven hasta sus 79 años.
“Siempre somos jóvenes cuando tenemos sueños, cuando tenemos metas que alcanzar y que vivir”, manifestó Massol González.
El ingeniero civil, egresado del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), expresó su amor y orgullo por la juventud puertorriqueña, y su emoción por aprender de ella. “La estoy descubriendo porque ahora tengo tiempo de observar y me ha enseñado tantas cosas para ser alegre, feliz y tener nuevo sentido de la vida”, reflexionó el también fundador de la organización Casa Pueblo en Adjuntas.
Casa Pueblo es un proyecto de autogestión comunitaria comprometido con proteger los recursos naturales, culturales y humanos. Se fundó en 1980 cuando el gobierno de Puerto Rico quería iniciar una explotación minera que hubiese causado una catástrofe ecológica entre los municipios de Adjuntas, Utuado, Lares y Jayuya. Dos de los defensores del terreno, fueron Massol González y su esposa Faustina “Tinti” Deyá Díaz, quien falleció hace dos años.
Casa Pueblo funge como un centro cultural independiente, que cuenta con una residencia, tienda artesanal, sistema de energía solar, sistema hidropónico, vivero de plantas, mariposario, laboratorio y su propia marca de café.
“En Casa Pueblo yo siempre ando con gente joven, en una residencia universitaria que comparto con los estudiantes de tesis doctoral”, mencionó el fundador. Entre las tesis doctorales, Massol González expresó gran interés en una basada en las disparidades de género. “Yo aprendo y desaprendo con ellas, ¡y he desaprendido tanto!”, exaltó.
Además de instruirse en temas como el machismo, el ingeniero reveló que ha descubierto su lado femenino. “Descubrí mi feminidad, y soy bien feliz en encontrar lo que mi mamá me dejó. Me encantan las flores, me encanta la poesía, me encanta mirar el cielo”, dijo, aludiendo a estos actos que socialmente remiten a lo “femenino”.
Pasado, presente y futuro
Según Massol González la juventud está entrelazada entre los tres tiempos: pasado, presente y futuro. “Uno preserva la juventud en el hacer, en el compromiso, en querer la superación personal y de su país. En esa praxis es que uno entiende que eres joven, y no importa la edad”, manifestó.
“Desde que Tinti partió, me quedé sin mi amor. Pero la tristeza y el dolor de la soledad, me produjo un renacer, y así, me mantengo joven”, afirmó el viudo.
“Yo le digo ahora a Tinti, ‘juventud, divino tesoro ya te vas para no volver. Cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer’”, recitó Massol González aludiendo al poema de Rubén Darío.
El egresado del RUM vivió un amor juvenil con Deyá Díaz, mientras ella estudiaba en la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras durante la década de los 60. “Ese amor de estudiante universitario que tuve, sigue siendo el mismo, porque se construyó en el respeto, la confianza, y entre iguales. De ese amor salió una familia, y de esa familia nació Casa Pueblo”, expresó.
Al ambos tomar rumbos distintos, y no haber manera de telecomunicación, Massol González y Deyá Díaz se escribían por cartas. Ahora, en 2023, el colectivo UPR Caribe Digital en colaboración con Casa Pueblo ha recopilado las cartas de amor entre los fundadores y realizarán una exhibición física y digital de 15 cartas divididas por los temas de amor, confianza y adversidad.
“De la evolución de ese amor, se creó la revolución del amor en tres tiempos: pasado, presente y futuro”, expresó el septuagenario. Con la digitalización y exhibición de sus cartas de amor universitario, se podrá “perpetuar el amor, y mantener ese amor juvenil eterno”, concluyó conmocionado.