La carga académica que ha acarreado el nuevo semestre en línea no se siente igual para todos los estudiantes universitarios en Puerto Rico. Ante la nueva modalidad educativa en línea, miles de estudiantes han tenido que balancear sus responsabilidades académicas, económicas y familiares en un escenario desconcertante de crisis nacional.
Este es el caso de Osiris Cuevas Soulette, estudiante de Psicología Industrial Organizacional de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Arecibo, quien ha tenido que enfrentar la hospitalización de su padre mientras cumple con sus responsabilidades universitarias en un panorama de gran incertidumbre.
“Por mi puesto de ser la presidenta del Consejo General de Estudiantes (CGE), en términos de mi carga académica y administrativa, —porque tengo una carga académica administrativa fuerte—, pues ha sido sumamente difícil”, expresó la joven quien ocupa ese puesto desde agosto del pasado año.
Aparte de su responsabilidad con el estudiantado de Arecibo en estos tiempos difíciles, Cuevas Soulette ha tenido que responder a la emergencia médica de su padre y encargarse del cuidado de su abuelo en tiempos de cuarentena.
Historial médico
Desde el 4 de marzo, su padre, quien sufría de una terrible tos, fue hospitalizado en Doctor Center Hospital en Manatí. En un inicio, los médicos pensaron que se trataba de agua en los pulmones. Posteriormente, determinaron que se trataba de una acumulación de calcio en un pulmón, la cual había llegado incluso al pericardio. Esto provocó que su corazón solo funcionara en un 20 porciento.
Debido a este diagnóstico, fue trasladado al Doctor Center de Bayamón, en donde le hicieron una operación. Durante la cirugía, se dieron cuenta que no tenía calcio, sino que su pulmón derecho estaba rodeado de agua, pus y sangre. Debido a la situación con el COVID-19, fue rápidamente trasladado a la zona de intensivo para evitar el posible contagio, que, en el caso de un paciente con problemas pulmonares, podía ser letal.
Cuevas Soulette tuvo la oportunidad de visitarlo el domingo 15 de marzo, el mismo día que se decretó toque de queda por la propagación del coronavirus. “Mi papa estaba respirando mejor, había una mejora”, recordó la joven sobre la visita. Tres días después lo sacaron de intensivo y lo trasladaron a un cuarto regular. Debido a la emergencia de salud que atraviesa el país, las visitas a pacientes habían sido canceladas y solo se permitía un acompañante.
Además de que la estudiante de tercer año podía visitarlo, quedó encargada de cuidar a su abuelo, quien tiene 85 años y es paciente de Alzheimer.
“Mi papá lleva más de cinco años siendo cuidador de su papá. (…) Al mi papá caer al hospital, pues mi abuelo se quedó sin cuidador”, explicó la estudiante. La candidata a graduación ha estado quedándose con su abuelo desde que su padre comenzó a estar enfermo, incluso antes de que fuera hospitalizado.
Para la semana del 23 de marzo, la situación con su padre se complicó aún más. Los doctores descubrieron que su papá no estaba exhalando bien, lo cual estaba provocando una acumulación de dióxido de carbono que afectaba su estado de consciencia. Para remediar este asunto, le colocaron una mascarilla para sacar el dióxido de carbono.
En un inicio, hubo mejora, pero más adelante se dieron cuenta de que el pulmón comenzaba a retener líquidos.
Debido a la vulnerabilidad que presentaba el padre de Cuevas ante el coronavirus, los doctores recomendaron darlo de alta y mantenerlo con la mascarilla para seguir expulsando el dióxido de carbono.
“El médico le dijo a mi mamá, no podemos hacer nada, tenemos que darlo de alta”, comentó la estudiante de Psicología Industrial Organizacional.
Desde aquel día no pudo volver a ver a su padre hasta el 3 de abril, cuando la llamaron para informarle que su papá estaba inconsciente y que debían decidir si querían conectarlo a un ventilador o no. Uno de los médicos diagnosticó que no había posibilidad de recuperación, así que la familia decidió no entubarlo. Ese día, Cuevas Soulette se enfrentó al terrible escenario de tener que despedirse de su padre.
“Yo fui ese día al hospital a despedirme de mi papá. Fue un proceso traumático y bien fuerte, no se puede describir en palabras. Fue bien fuerte tenerle que decir adiós porque yo pensé que se iba a morir, eso fue lo que nos habían dicho”, confesó la estudiante.
Esa noche la llamaron para informarle que habían decidido conectarlo al ventilador. La situación era muy confusa, pues los diagnósticos de los médicos no coincidían. El neumólogo afirmaba que se trataba de agua en los pulmones y que no habría recuperación. Por otro lado, el cirujano cardiotorácico les decía que el pulmón estaba inflamado y que, si descansaba, podía recuperarse. Por ende, les recomendó que lo conectaran al ventilador.
Desde ese día, su padre sigue en intensivo sin poder recibir visitas. Esta es una de las complicaciones más agobiantes de la situación con el coronavirus, que le ha privado de poder estar con su padre durante todo este proceso.
“Mi papá no ha podido recibir visitas y yo pienso que una de las cosas más importantes durante la recuperación de un paciente es poder ver gente, ver que hay gente que lo ama y que lo apoya”, comentó Cuevas Soulette.
Otra preocupación constante fue al contemplar la posibilidad de que su padre falleciera y no pudieran hacerle un funeral o entierro apropiado, situación que han tenido que enfrentar decenas de familias en Puerto Rico.
A pesar de todo, la estudiante de Psicología Industrial Organizacional reconoce que la situación en la que se encuentra el país es una muy delicada, y que, ante ese escenario, su historia no es de las más malas.
“Yo puedo contar mi historia, pero hay tantas historias allá afuera que no se están contando y que son peores. Honestamente yo pienso que yo soy hasta un poco privilegiada, en términos de que hay historias allá afuera que son mil veces peor”, expresó la estudiante de la UPR en Arecibo.
Su preocupación va mucho más allá de su situación personal y académica, pues está segura de que el panorama con el coronavirus en Puerto Rico está empeorando.
“La gente en respiradores sigue aumentando, dentro de poco esto podría ser la realidad de todo el mundo. Estamos en la incertidumbre, no sabemos cuando esto va a acabar”, expuso la estudiante.
Responsabilidades académicas
A pesar de la situación de salud del país y de su padre, Cuevas Soulette ha tenido que cumplir con sus responsabilidades académicas y administrativas como presidenta del CGE del Recinto de Arecibo.
“Ha sido sumamente difícil porque yo tengo una carga de 18 créditos y soy candidata a graduación. No puedo fracasar porque si fracaso no me graduó. Y no es solamente pasar las clases, es pasarlas bien”, afirmó la líder del cuerpo estudiantil.
Como líder del cuerpo estudiantil, ha estado en constante comunicación con el estudiantado, aclarando todas las dudas que han surgido a raíz de los cambios en la modalidad educativa.
A eso se suma el hecho de que en su recinto actualmente no hay Procurador Estudiantil. Esto ha provocado que la carga recaiga principalmente sobre el consejo, quienes reciben más de treinta mensajes estudiantiles diariamente.
#PassFailUPRA
Su interés por mantener un buen promedio bajo las difíciles circunstancias que enfrenta es uno de los motivos por los cuales Cuevas Soulette ha abogado por la aprobación de la modalidad Pass/fail para este semestre académico irregular.
A diferencia de los recintos de Río Piedras, Mayagüez, Humacao, Bayamón, Ponce y Cayey, los Lobos y Lobas de Arecibo cursan un semestre académico en línea que contará para su promedio.
La moción del Pass/fail de manera voluntaria fue presentada en dos senados. En el primero, fue denegada, con una votación de 11 en contra, 10 a favor y uno abstenido. En el segundo senado, no le permitieron al cuerpo estudiantil que presentara la moción porque ya había sido sometida y decidida.
Cabe recordar que el recinto de Arecibo comenzó el semestre con una situación tensa entre la administración universitaria y el estudiantado a raíz del paro de 48 horas decretado el 20 de marzo. El paro se aprobó en rechazo a la eliminación de exenciones en los costos de matricula y la creación del nuevo plan de ayudas, conocido como la Certificación 4.
Ante la denegación de la modalidad, que ayudaría a proteger el promedio de aquellos estudiantes que así lo decidan, ha surgido un reclamo en las redes sociales para que aprueben la medida en el recinto.
Con la consigna de “El que falló no fui yo, fue la administración”, estudiantes de la UPR en Arecibo han hecho la denuncia en las redes sociales bajo el hashtag #PassFailUPRA.
Cuevas Soullete se unió a la campaña mediática al contar su historia y exhortar a los estudiantes a que compartan las suyas. «Discúlpeme profesor, si es mucha molestia para usted permitirme un pass or fail en mi clase de español», concluyó la unviersitaria en una publicación en su facebook personal el 17 de abril.
ARAB