La movilidad social de los estudiantes universitarios en Puerto Rico se ha perjudicado por la transición hacia clases virtuales durante la cuarentena, reveló una investigación realizada por la organización sin fin de lucro Mentes Puertorriqueñas en Acción (MAP).
Los resultados de la investigación se presentaron ayer, miércoles, en una conferencia informativa virtual ofrecida por la organización a través de Zoom.
La investigación titulada ‘’Informe sobre los efectos de la cuarentena en los ingresos de la población universitaria en Puerto Rico’’ detalla que la accesibilidad a internet de alta velocidad, junto al equipo tecnológico necesario y las oportunidades de crecimiento profesional durante el verano, afectan la movilidad social y capacidad de continuar estudios del estudiante universitario.
“[…] vimos que hay un alto porcentaje de personas que tuvieron dificultad para hacerlo (estudiar). Más o menos, uno de cada cuatro estudiantes tuvo dificultad con el equipo electrónico”, puntualizó el director ejecutivo de MAP, Alejandro Silva Díaz.
El estudio reveló que 6.4% de los estudiantes utilizó una computadora prestada para estudiar, y que un 34.4% constató tener complicaciones con acceso a internet de velocidad rápida durante la cuarentena. Un 17.9% adicional indicó que utilizaban sus celulares, lo cual es problemático para realizar trabajos, según Silva Díaz.
Se constata en el informe la importancia de tener una conexión de internet estable para participar de clases por videconferencias. Además, entre sus recomendaciones, se exhorta legislar para que los proveedores de este servicio expandan el ancho de banda en zonas rurales para asegurar que los estudiantes que vivan en zonas remotas no se les imposibilite estudiar.
Por otro lado, la movilidad social del estudiantado se vió afectada por la reducción de oportunidades a las que pueden acceder.
Cientos de estudiantes indicaron que a causa de la cuarentena en el país perdieron total o parcialmente oportunidades de internados, viajes de estudio, reválidas profesionales, investigaciones, y en primer lugar, ofertas de empleo.
Los resultados revelaron, además, que la mayoría de los estudiantes planificaban buscar empleos durante el verano. Un 78.3% indicó que aún tiene interés en oportunidades de empleo para el verano, pese a las circunstancias actuales.
Estudiantes que participaron en el estudio indicaron que la cuarentena había impactado sus ahorros, y ante la incertidumbre de poder o no trabajar durante el verano, continuar los estudios es una gran preocupación. Asimismo, estudiantes internacionales expresaron esta misma preocupación, sumada a las complicaciones que las clases a distancia implican para estudiantes que recibían una fuente de ingreso primordial a través de programas de cátedra en la universidad.
Para aquellos estudiantes que tienen responsabilidades adicionales, ya sea el peso financiero de sus hogares o el cuido de hijos, la posibilidad de continuar estudios disminuye aún más.
‘’Que se entienda el deseo de tener trabajo como una necesidad de pobreza, no como algo realmente anhelado, porque nadie quiere exponerse al COVID-19, pero nadie quiere morir de hambre’’, señaló un estudiante anónimo en la última página de la investigación publicada.
El informe contiene una lista de recomendaciones entre las que figuran ‘’continuar iniciativas de transición a trabajos remoto, desarrollar oportunidades de trabajo y pasantía durante el verano, mejorar el acceso a internet y equipo tecnológico, y articular soluciones para que los jóvenes profesionales puedan tomar sus licenciaturas y reválida’’.
Puede leer los resultados de la investigación aquí.