Un grupo de 39 mujeres completó, con éxito, el curso de Empresarismo Agrícola Sustentable I que se ofrece el Centro Empresarial para la Mujer en la Agricultura (CEMA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
El curso se ofrece desde el 2007 por el Colegio de Ciencias Agrícolas del recinto mayagüezano. Sin embargo, este año se amplió la categoría de educación no formal al ofrecerse también como una clase universitaria con créditos académicos.
La Junta Examinadora del Colegio de Agrónomos de Puerto Rico lo acreditó como educación continua para la renovación de la licencia de las agrónomas.
“Contamos con mujeres de todo Puerto Rico. Algunas viajaron distancias largas para venir los viernes en la tarde a tomar tres horas de este curso, que constó de conferencias durante todas las semanas del semestre, 45 horas de contacto en total”, informó la directora del CEMA, doctora Gladys González.
El currículo cubre aspectos de gerencia, administración, contabilidad, finanzas, mercadeo agrícola, todo con énfasis en el desarrollo de un plan de negocio. El enfoque, a su vez, giró en torno a la perspectiva de género, con la idea de que la mujer se apodere y tome las riendas de su empresa.
Los recursos incluyeron profesores del RUM, de Ciencias Agrícolas, así como colegas de otros recintos de la UPR.
“Me siento bien orgullosa. Para mí es motivo de mucha satisfacción ver a todas estas mujeres que se forman o ayudamos a formar en el Centro y que luego se destacan en nuestra agricultura y en nuestra vida como pueblo, así que continuaré haciendo esto mientras tenga la fuerza”, reveló la doctora González.
La entidad, que cuenta con más de 500 egresadas, brinda una herramienta educativa a las emprendedoras que desean establecer o ampliar su negocio.
A las 39 féminas se les entregó certificados, para reconocer su logro, en una ceremonia especial que se celebró recientemente en la Estación Experimental Agrícola de Lajas.
Representación femenina en un campo dominado por hombres
Las agroempresarias Ivette Fábregas Ruiz y Liz Marie Santiago Castillo buscan sacar adelante su negocio en la industria de crianza de conejos, luego de completar el curso.
“El mayor beneficio que nos está dando el curso es relacionado con la administración, cómo llevar a la realidad este proyecto que tienes en tu cabecita, que te está rondando desde mucho tiempo, y no sabes cómo desarrollar. En este caso, nos está ayudando a eso, a explotar esa idea, a buscar cómo vamos a hacer todo lo administrativo y a poder mantenerla también”, aseguró Fábregas Ruiz.
Las socias aspiran a ampliar su oferta con la confección de plantillas para las empanadillas de conejo. Por su parte, Santiago Castillo agregó que en su finca de Yauco maneja todo lo relacionado a la composta.
“Es un poco difícil porque no tenemos la experiencia que tienen los agricultores en Puerto Rico, pero hemos visto el ejemplo en otros países como República Dominicana, donde hay una mujer que es la que dirige la producción de conejos. Eso nos hace pensar que sí podemos tener un lugar en la industria”, sostuvo Santiago Castillo.
Las empresarias aseveraron que su fin es establecerse y mantenerse para darse a conocer en dentro de la industria agrícola.
Por otro lado, la estudiante colegial de cuarto año en Agronegocios Yaira Avilés Ortiz trabaja con su papá en una finca familiar que produce hortalizas y las venden mediante mercadeo directo. No obstante, el negocio está en receso por los estragos recibidos tras el huracán María.
“Desde que era muy pequeña empecé a ayudarlo, él se encargaba de cultivar y producir, y yo, de las ventas. Eso, sin planificarlo, fue lo que hizo que me apasionara por este campo y que me entusiasmara por estudiar esta carrera” explicó Avilés Ortiz.
La joven sostiene que aunque le gusta la agricultura, su enfoque es en el área de administración de empresas. De esta manera y por recomendación de la doctora González, tomó Empresarismo Agrícola Sustentable I.
“Me siento bien porque muchas veces uno tiene problemas de autoestima, piensas que eres inferior por ser mujer. El curso es para eso, precisamente, para que la mujer se empodere de su agroempresa y diga ‘esto es mío y vamos adelante’, que deje de decir que es de mi papá, de mi tío, si yo soy la que administro y tengo parte fundamental en ese proceso y en el manejo de la finca, el proyecto también es mío”, recalcó la oriunda de Lajas.