Por: Víctor Torres Montalvo
El movimiento estudiantil del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR) emitió en la madrugada de hoy un comunicado, detallando las propuestas que llevarán a la Asamblea Estudiantil del martes, 5 de abril.
El comunicado, que explica la amenaza que representa la Junta de Control Fiscal y el “detrimento” del financiamiento público de la UPR, gracias a las remesas que el Departamento de Hacienda no ha entregado a la institución, indica los próximos pasos que el movimiento llevará a la Asamblea del Recinto. Entre ellos, un paro de 11 días comenzando el 20 de abril de 2016 y finalizando el 30 de abril, para luego proceder a una huelga indefinida a comenzar el 9 de mayo. Todo esto “de no haber negociación al respecto” y para continuar con la “defensa de la educación pública” y “hacer valer sus reclamos”.
Melisa Vargas Echevarría, miembro del movimiento estudiantil, comentó que aunque el paro de 72 horas logró presionar al presidente de la UPR, Dr. Uroyoán Walker Ramos, a la Junta de Gobierno (JG) y al subsecretario de Hacienda a atender sus reclamos, el Gobierno aún continúa priorizando el pago de la deuda sobre los servicios básicos de la población.
“Aunque el paro de 72 horas logró presionar al Presidente de la UPR, la Junta de Gobierno y el Sub-Secretario de Hacienda atender nuestros reclamos, el Gobierno de Puerto Rico continúa priorizando el pago al servicio de la deuda antes que los servicios básicos de la población. Durante el paro, los estudiantes discutimos propuestas para hacer la Universidad autónoma en su gobernanza y con el financiamiento público que le permita funcionar a cabalidad, pero ante la inacción de las autoridades seguiremos cerrando la Universidad desmantelada para construir la que queremos con amplia apertura al país”, comentó Vargas, estudiante de la Facultad de Educación.
El comunicado también explica que, durante el paro, el movimiento logró que la JG “considerara” una certifiación de implementación de una política de perspectiva de género a nivel “sistémico”, se creó un Comité de Auditoría Interna para verificar las finanzas de la UPR, se recibieron mensajes de apoyo desde Colombia y Venezuela y se movilizaron “sobre 500 estudiantes en los 7 Recintos que se unieron a las paralizaciones”.
La misiva detalla, también, que los reclamos que se llevarán, conformes al paro y la huelga, a la Asamblea son:
– Pago total de las remesas que Hacienda le adeuda a la UPR.
– Rechazo al informe de reestructuración de AGB, y exigir un reestructuración que garantice la autonomía de gobernanza.
– Aumentar el impuesto a las compañías foráneas de 4% a 10%, dirigido a la educación pública.
– Crear un plan estratégico que atienda la violencia sexual y que fomente la perspectiva de género.
La estudiante Karla Sanabria Véaz justificó que la huelga permite que se siga presionando a las autoridades para conseguir sus exigencias, y que ya no es negociable paralizar la vida del estudiante para estudiar, sino paralizar sus estudios para poder luchar y, por consiguiente, poder vivir.
“En momentos cuando el pueblo de Puerto Rico piensa que no tenemos opciones, más que aceptar y tolerar las políticas neoliberales y antidemocráticas del Gobierno de turno, los y las estudiantes salimos a la calle a defender nuestro derecho a una educación pública y de calidad. La huelga nos permite continuar presionando las autoridades para seguir ganando en nuestras exigencias, como ya lo hemos hecho en el pasado, más unirnos a otros sectores del país. El pueblo necesita de nuestro tiempo y talento para crear propuestas responsables y coherentes que atiendan la complejidad de la crisis fiscal. Ante la coyuntura actual donde el Gobierno de Puerto Rico nos pone a decidir entre nuestra vida y la deuda pública, los y las estudiantes decidimos que ya NO es negociable paralizar nuestras vidas para poder estudiar, sino paralizar nuestros estudios para poder y luchar y por ende, poder vivir», puntualizó Véaz, estudiantes de la Facultad de Educación.