La situación económica para los pequeños comerciantes de Río Piedras ya era precaria cuando la Orden Ejecutiva del 15 de marzo del 2020 puso en pausa la mayor parte del movimiento económico de la zona.
A pesar de que el sector económico retomó sus funciones en abril, la ausencia de estudiantes en la ciudad universitaria continúa afectando a pequeños comerciantes. Incluso, algunos han tenido que cerrar sus operaciones.
imagen: La Greca
El Calzón de Sofía’s Café y La Greca se despiden de Río Piedras
Luego de 16 años de servicio de comida, la cafetería El Calzón de Sofía’s Café, ubicada en la Avenida Ponce de León, comunicó, a través de sus redes sociales, el cierre de sus operaciones.
“Nos fuimos transformando de tener mucho auge a estar ahora que ya las ventas mermaron tanto que tuvimos que tomar la decisión de no abrir, sobre todo mirando hacia al futuro que no es nada alentador con los servicios educativos en línea”, expresó Lesbia Feliciano Bonilla, propietaria del establecimiento.
Para Feliciano Bonilla la disminución de ventas comenzó desde mucho antes de la cuarentena. Las huelgas estudiantiles, el huracán María, la crisis económica, los temblores y la reducción de la población estudiantil son algunos de los factores que han provocado el debilitamiento de las ventas en su negocio.
“Se han ido confabulando ciertos factores desde el 2017 hacia acá que cada vez la situación era más difícil. En enero los terremotos, y ahora la pandemia. Ya no se puede”, confesó.
Para la empresaria, la situación que atraviesa la Universidad de Puerto Rico (UPR) afecta directamente el comercio local de la zona riopedrense. El cierre de programas de investigación, el aumento de matrícula y el cierre de la residencia estudiantil Torre Norte han creado mayor necesidad económica en la población estudiantil. A su vez, esto ha provocado que menos estudiantes tengan la capacidad monetaria de patrocinar negocios locales.
“La universidad para mí no fue evolucionando, se ha ido achicando. Lo que ha pasado en la universidad se refleja en Río Piedras. Llegó un momento que económicamente no se puede más”, afirmó la propietaria.
La pandemia fue el factor determinante para Feliciano Bonilla, pues sus ventas descendieron tanto que no había forma de que pudieran mantener la operación de su negocio.
“Por más que todos estos meses pensamos en qué íbamos a hacer, no encontramos una solución que nos ayudara a tener un sustento por lo menos para nosotros. (…) Los costos operacionales no iban a ser compensados con la poca venta que íbamos a tener”, comentó Feliciano Bonilla.
La incertidumbre sobre cómo será el próximo semestre universitario, más el cambio de dueño del edificio en donde se ubicaba El calzón de Sofía’s Café, fueron el impulso necesario para despedirse definitivamente de Río Piedras.
El Calzón de Sofía’s Café no es el único establecimiento que ha clausurado sus servicios. La Greca, aclamada barra nocturna en la Avenida Ponce de León, también anunció el cierre de sus operaciones.
“Nos fuimos ya que ocurrió una venta inesperada de la propiedad, no porque nos queríamos ir de Río Piedras”, comunicó el negocio el 11 de julio a través de sus redes sociales.
Contrario a El Calzón de Sofía’s Café, quienes no vislumbran volver a la zona, La Greca expresó su interés en encontrar un nuevo espacio en la ciudad universitaria.
Imagen: La Greca
Arrope en la cuerda floja
El panorama es igualmente complejo para los negocios que aún tienen planes de continuar sus operaciones. La reducción de la población estudiantil en la zona de Río Piedras ha forzado que otros pequeños negocios, como el ‘coffee shop’ Arrope, en la calle Consuelo Carbo, tengan que reinventarse para poder sobrevivir los retos que han acarreado las Órdenes Ejecutivas relacionadas al COVID-19.
“Estamos esperando a agosto y septiembre para poder vislumbrar y ver el panorama real, porque en sí verano tiende a ser un poco más lento de lo usual. En agosto es que vamos a saber cómo en realidad nos vamos a ver afectados sin la población estudiantil que es tan importante”, expresó Ricardo Carrero Rodríguez, dueño del establecimiento.
Los cursos de verano en línea implicó una reducción drástica en la población universitaria de la zona riopedrense. Esto resultó en considerables mermas a las ganancias del negocio, quienes llevan casi 7 años de servicio y cuyo público principal son los estudiantes universitarios.
Teniendo en cuenta las pocas ventas y los gastos operacionales, Carrero Rodríguez considera que están en aproximadamente un 70 por ciento menos de ganancia de lo que es normal para esta fecha.
“Actualmente estamos yéndonos prácticamente todos los días en una línea bastante even o negativa”, afirmó.
Para que el negocio pudiera subsistir económicamente, Carrero Rodríguez recurrió a solicitar ayudas económicas al Small Bussiness Administration, entre las que se encuentra el Paycheck Protection Program (PPP, por sus siglas en inglés). Además, incorporaron servicio de entregas en la zona como estrategia para mejorar las ventas.
“El delivery no es algo que se ha movido mucho. En el caso de nosotros, la gente prefiere más venir al local a comer”, detalló el empresario.
Al igual que el resto de los comerciantes, Carrera Rodríguez reconoce que los eventos de los últimos cuatro años han tenido un impacto en el progreso de su negocio.
“Si me comparo a Arrope hace cuatro años atrás y arrope a partir de eso pues sí hubo una disminución, y con esto del COVID estamos todavía en la cuerda floja”, reconoció.
Mientras espera ver cómo será el tráfico de personas en agosto, Carrera Rodríguez se encuentra finalizando los preparativos para abrir otro establecimiento, Arrope Brunch and Beer, en la Avenida Piñero.
“La idea es atacar otro público porque no está llegando a Río Piedras”, añadió.
AJRA