Por: Isabel Burgos Rossy y Kamilha Soto Villanueva
En octubre del 2024, la Universidad de Puerto Rico (UPR) fue reconocida como la mejor universidad del Caribe por el alto calibre de las investigaciones realizadas y la reputación de sus profesores, según la clasificación anual de universidades internacionales QS World University Rankings.
El logro, hecho posible por el trabajo de estudiantes y profesores en los 11 recintos del sistema universitario UPR, fue a pesar de dificultades que han resultado luego de varios cuatrienios de recortes presupuestarios.
La Administración Central publicó en un comunicado, luego del reconocimiento de QS World University Rankings, que “está consciente de las áreas que se deben trabajar para lograr un mejor posicionamiento y los factores que están afectando lograr este objetivo, el cual se complica con los recortes presupuestarios que está viviendo la UPR desde hace varios años».
Recientemente, los recortes han causado la amenaza de cierre a 64 programas académicos que han reportado menos de 10 estudiantes matriculados de nuevo ingreso, según los reclamos del Movimiento Estudiantil.
Actualmente, el sistema UPR opera con una fracción del presupuesto que requiere y enfrenta un momento histórico de baja matrícula, lo que ha resultado en la reducción de servicios, cierres de programas y el abandono de facilidades. Tanto estudiantes, como profesores y otros empleados reportan decadencia en la infraestructura y condenan las consecuencias de la congelación de plazas para profesores y empleados no docentes. Otras denuncias de la comunidad universitaria son la reducción de trabajo jornal para estudiantes, beneficios marginales para empleados docentes y no docentes y el cierre de secciones para cursos.
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Según el presidente de la Junta de Retiro de la UPR, Luis Vicenty Santini, “los llamados a defender el presupuesto de la institución, los que tienen el deber de fiducia no la defienden”.
El juez federal Pedro Delgado Altieri le indicó a la Junta de Gobierno de la UPR que los planes fiscales presentados por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) son documentos enmendables, pero que los administradores de la universidad aceptan los recortes establecidos en los planes fiscales sin pedir cambios, indicó Vicenty Santini.
El presidente de la Junta de Retiro añadió que la jueza federal Laura Taylor Swain le comunicó a la Junta de Gobierno de la UPR que la JSF no puede eliminar leyes previas al establecimiento de la Ley Promesa y a la llegada de la JSF.
“Hasta los jueces federales que han atendido controversias sobre la universidad, le hacen el llamado a la universidad”, dijo Vicenty Santini.
Aunque existe la Ley 2 del 1966, que establece que el presupuesto de la universidad del Estado debe incluir una aportación del Fondo General de Puerto Rico que equivalga a un 9.6% del ingreso estatal, hoy la aportación presupuestaria del gobierno central a la UPR responde a una partida fija de $500 millones según establecido en la Ley 66 del 2014, aseguró el economista y director ejecutivo de la Liga de Cooperativas de Puerto Rico, Heriberto Martínez Otero.
Facultad de Humanidades: una facultad de servicio
Los recortes al presupuesto del sistema UPR se materializan, de manera más obvia, en las condiciones de la fachada de la infraestructura de los 11 recintos, según los reclamos de organizaciones estudiantiles. En la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras, los estudiantes han perdido el acceso a varias facilidades y a los servicios que se brindaban en ellas.
Las salas de seminarios, que fueron creadas para fungir como bibliotecas y espacios de investigación y empleo para estudiantes y profesores, han cerrado u operan en horarios limitados dado a la falta de personal y la congelación de plazas para bibliotecólogos. Actualmente, solo el Seminario Multidisciplinario José Emilio González opera en un horario regular de 8 a.m. a 9 p.m., de lunes a jueves, y de 8 a.m. a 5 p.m., los viernes, pero solo por la disposición de estudiantes voluntarios, según el director del seminario, José Robledo González, quien también se encarga de documentar y archivar la gestión cultural de la facultad en la Sala de Archivo Documental Victoria Espinosa.
“El problema es que nos quitaron los estudiantes a jornal que teníamos por años”, expresó Robledo González. El director lleva más de 30 años construyendo el espacio del Seminario Multidisciplinario con estudiantes a jornal y voluntarios.
Según Robledo González, los otros seminarios, en ocasiones, cierran durante períodos del día porque las personas encargadas tienen reuniones que asistir u otras responsabilidades que no les permiten permanecer en el seminario. Entonces, coordinan los servicios con los estudiantes que soliciten previamente algún recurso.
“De la noche a la mañana, me quitaron todos los jornales igual que a los otros seminarios. En Humanidades, no tenemos ni un jornal. Todos los estudiantes que ves aquí son voluntarios que se pasan aquí y me ayudan”, compartió.
En el Seminario Multidisciplinario, también se acogen las colecciones que formaban el Seminario de Filosofía Ludwig Schajowicz que, según Robledo González, “en el Caribe, es la biblioteca más completa de Filosofía” con colecciones únicas como la del filósofo austriaco Schajowicz, quien también fue profesor en la UPR en Río Piedras.
El Seminario de Filosofía cerró físicamente luego del paso de los huracanes Irma y María dado a los daños estructurales que recibió el edificio Eugenio María de Hostos, en el Cuadrángulo Histórico en la Facultad de Humanidades. Los estudiantes que necesiten algún recurso del Seminario de Filosofía deben solicitarlo a través de Robledo González quien asegura que aún están algunas colecciones y recursos dentro del edificio enfermo.
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Un cuadrángulo histórico abandonado
El director del seminario compartió que, luego de los huracanes del 2017, él “veía que cada vez que llovía surgían cataratas”, y que fueron meses después de la catástrofe que los encargados del edificio Eugenio María de Hostos verificaron los daños causados en el techo del edificio histórico.
“Ese segundo piso cuando yo fui para ver de dónde salía el agua, aquello era tierra de nadie”, aseguró Robledo González y añadió que le parece que la universidad no le dio mantenimiento al edificio luego de que la Oficina del Registrador se trasladara al edificio Plaza Universitaria en la Avenida Ponce de León.
El director de la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura en Administración Central de la UPR, Julio Collazo Rivera, concuerda con Robledo González y compartió que “el Cuadrángulo Histórico está prácticamente abandonado”.
Según Robledo González, el abandono del Cuadrángulo Histórico se debe a la falta de personal de mantenimiento y dijo que la Facultad de Humanidades cuenta con solo un conserje y una supervisora para la facultad entera. Este fenómeno de plazas de empleo congeladas se ve a través de departamentos de empleados docentes y no docentes.
En los planes actuales de la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura, el edificio Eugenio María de Hostos será la sede de la Facultad de Comunicación e Información (FaCI), que actualmente se encuentra en el cuarto piso de la Torre Norte en Plaza Universitaria. El plan de mover la FaCI a un edificio que anteriormente fue de la Facultad de Humanidades ha generado controversias entre el estudiantado.
El abandono de la Facultad de Humanidades, una facultad que ofrece varios cursos incluidos en currículos de otras facultades, se ha evidenciado aún más con la reciente amenaza a programas académicos en el sistema UPR de los que 4 pertenecen a la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras.
Mapa del Cuadrángulo Histórico, por Pedro González Medina
¿Y los fondos de FEMA?
Aunque la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) le otorgó fondos a la UPR por los daños causados por los huracanes del 2017 en el Cuadrángulo Histórico, Collazo Rivera explicó que una de las razones del retraso de la rehabilitación física es el proceso de aprobación por parte de FEMA. Los fondos de FEMA son asignados por daños muy específicos determinados por inspecciones hechas por agentes de la agencia federal, lo que significa que cada vez que dan una ayuda, esta se limita a los reparos específicos aprobados por FEMA y no algún otro arreglo que, aunque sea necesario, no haya sido causado por el desastre natural en cuestión, confirmó Collazo Rivera.
“Un edificio no se puede arreglar con solo eso”, estableció el director de la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura. Las propuestas de construcción hechas por su equipo incluían los daños específicos establecidos por FEMA con las reparaciones adicionales estructurales que se requieren para que el edificio sea funcional.
Collazo Rivera confirmó que la Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia (COR-3) reembolsó $105 millones a la universidad por los daños del huracán María, los terremotos del 2020 y el huracán Fiona en diciembre de 2024. Sin embargo, el reembolso del dinero de los proyectos por parte de FEMA es un proceso que puede tomar hasta un año, según el director.
Según el oficial de infraestructura, estos fondos se utilizarán para el proyecto de rehabilitación del hospedaje estudiantil ResiCampus y los edificios en el Cuadrángulo Histórico.
Sobre el edificio Eugenio María de Hostos, el director estableció que es un proceso largo por la antigüedad del edificio. La construcción de los edificios fue en la década de los años 1930, y por esto la rehabilitación requiere la cooperación de un individuo especializado.
Igualmente, por la antigüedad de las estructuras, el proyecto tuvo que ser aprobado por la Oficina de Preservación Histórica. Collazo Rivera informó que la subasta del proyecto comenzará en el 2025 con una estimado de dos años para la construcción.
También, compartió que las propuestas hechas en el 2017, bajo la administración pasada, no incluían otras reparaciones necesarias además de las de FEMA, algo que demoró el proceso de restauración.
Aún, quedan proyectos por ir a subasta y finalizar, como el traslado de la FaCI al edificio Eugenio María de Hostos. Según Collazo Rivera, el cambio de gobierno implica una incertidumbre sobre el manejo de los proyectos restantes, por la probabilidad de modificaciones en los puestos dirigentes de la Oficina de Desarrollo Físico e Infraestructura.
Aparte, la reciente renuncia de Luis Ferrao Delgado a la presidencia de la UPR y la polémica elección de Miguel Muñoz Muñoz como presidente interino pudiesen afectar los procesos en la restauración de infraestructura.
Como resultado de los retos causados por los cortes presupuestarios, varias manifestaciones han ocurrido, en este semestre, para protestar las decisiones tomadas por la administración.
Sobre las manifestaciones, la presidenta del Consejo General de Estudiantes del Recinto de Río Piedras, Astrid Lugo López, estableció que “los jóvenes estamos peleando porque queremos nuestra universidad pública y accesible, ahora mismo no lo es, ahora mismo es extremadamente cara y nos está empobreciendo”.
Estudiantes de otros recintos, como la UPR en Bayamón, también se han expresado, en las redes sociales, indignados por las condiciones de los edificios del campus.