Organizaciones estudiantiles de varios sectores de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras convocaron a un pleno hoy a las 4 p.m. luego de un piquete que comenzó en el Centro Universitario del Recinto de Río Piedras de la UPR a las 11:30 a.m. y culminó en la avenida Ponce de León a la 1 p.m.
Los eventos surgen en respuesta a una carta firmada por el presidente de la UPR, Luis Ferrao Delgado, que se filtró en las redes sociales el viernes pasado. La carta ordenó a las rectoras y los rectores del sistema UPR a que paralicen la aceptación de estudiantes para el año académico 2025-2026 “a programas académicos subgraduados que han estado consistentemente debajo del umbral sostenible de 10 o menos estudiantes matriculados por cohorte durante 3 años consecutivos”, según la carta del presidente de la universidad que tiene fecha del 13 de enero de 2025.
Sin embargo, no se consideran los estudiantes matriculados en estos programas bajo una segunda concentración o traslado, sino que solo contabilizan estudiantes de nuevo ingreso, según la presidenta del Consejo General de Estudiantes de la UPR en Río Piedras, Astrid Lugo López. “Mi segunda concentración es en (estudios) Hispánicos, no contamos en esa data”, mencionó.
Parte de los reclamos de las organizaciones que se manifestaron hoy es el hecho de que esta orden se realizó sin el insumo de la comunidad académica y sin notificar a los sectores afectados, entre ellos los empleados docentes y no docentes.
“No nos informaron. Esto lo conocemos porque alguien leakió la información. La administración universitaria no nos informó a ninguno de los sectores, sobretodo los laborales, que esto iba a ocurrir”, expresó el presidente de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes de la UPR, Carlos De León Martínez.
El profesor y exsenador Rafael Bernabe Riefkohl, quien estuvo presente en la manifestación, considera que hay otras maneras de atender el problema de baja matrícula sin sacrificar el prestigio académico de la UPR.
“Hay muchísimos programas que, yo creo, es absolutamente imposible que se puedan cerrar. Español no se puede cerrar, inglés no se puede cerrar, estudios de la literatura universal no se puede cerrar porque un país necesita personas que estudien estas cosas. Y, si no tenemos suficiente gente que se vea atraída por esas profesiones en un momento dado, pues tenemos que ver cómo los atraemos, no cerrar los programas”.
Tanto, De León Martínez como Bernabe Riefkohl coinciden en que la restitución de la fórmula presupuestaria establecida en la Ley 2 del 1966 para la UPR pudiese resolver muchos de los problemas que la universidad ha enfrentado luego de los recortes en presupuesto establecidos por la Junta de Supervisión Fiscal.
Bernabe Riefkohl compartió que, si se respetara la Ley 2 del 1966, que establece que un 9.6% del ingreso al Fondo General de Puerto Rico se le otorgue a la UPR, “más que se duplica el presupuesto de la universidad, sería más de mil millones de dólares, y se podrían empezar a atender muchos de los problemas que la universidad tiene”.
“La administración universitaria, empezando con el presidente Ferrao, en lugar de defender a la Universidad de Puerto Rico ante la Junta de Supervisión Fiscal, se ha convertido en el agente de la Junta dentro de la Universidad. En vez de defender la universidad ante los recortes presupuestarios, lo que dice su memo es que como hay una situación financiera difícil, pues tenemos que cerrar programas. Él se resigna a que esa situación es difícil y entonces hay que cerrar los programas, en vez de combatir esa situación porque esa situación difícil no es producto de un hecho natural es una decisión del gobierno de Puerto Rico que se puede revertir y se debe revertir”, añadió.
Según, las organizaciones estudiantiles, mañana, miércoles, habrá varias reuniones de líderes estudiantiles con profesores y administradores.