Por: Víctor Torres Montalvo / Twitter: @motinsitepegas
Foto: Adrián Rivera Ferrán/Pulso Estudiantil
El estudiantado del Recinto de Río Piedras aprobó hoy un voto de confianza a sus estudiantes para que se expresen en contra de la prensa cuando así lo amerite, desaprobar la censura a los medios de comunicación y expresar el apoyo a la libertad de prensa y expresión.
La matrícula riopedrense de la Universidad de Puerto Rico (UPR) se caldeó cuando Luis M. Juliá-Colón presentó una moción para que el recinto rectificara —mediante lo anteriormente señalado— la situación suscitada en el último paro de 48 horas.
La moción original causó poco comentario al principio, pero recibió abucheos y gritos cuando llegó a la parte de pedir que se expresaran «incondicionalmente» en favor de la prensa y la expresión y que se pidieran disculpas a la prensa por haber aprobado una mordaza a la prensa en el paro del 24 de febrero.
Antes de pasar a varios puntos en contra y a favor, el alumno Francisco Santiago indicó —en un punto de información— que «nunca» hubo una censura o prohibición de que la prensa entrara al recinto, amparándose en que el día después hicieron una conferencia de prensa aclarando la decisión.
En los turnos, pasó una moción divisoria para sacar el punto tres y discutirlo. Sobre este punto, hubo un en contra explicando que «las opiniones se debaten, pero no se censuran», comentario que provocó molestia entre otros que ripostaron con «nunca se censuró a nadie». A esto se le sumó otro reclamo de que la Constitución protege la libertad de prensa.
Debido a esto, el estudiante Enrique Cárdenas Sifre presentó la enmienda —luego aprobada— para quitar la parte de «incondicional» e incluirle el voto de confianza. Uno de los argumentos a favor fue que «una cosa es permitir la libertad de expresión, y otra es apoyar incondicionalmente lo que dice la prensa».
Mientras, la moción para que se pidieran disculpas a los medios de comunicación no pasó.
La decisión de la mordaza iba dirigida a los «medios corporativos» como Primera Hora, El Nuevo Día, Metro PR, El Vocero, Wapa y Noticel. Luego de una avalancha de indignación en el entorno periodístico, el movimiento estudiantil revocó la decisión.